30 de julio de 2008

Cadáver bloxquisito

Dado que estamos un poco escasos de material, les propongo dendemientras hacer algo que en un par de oportunidades se ha hecho en mi blog durante el año pasado: escribir un texto entre todos. He aquí las reglas para aquellos que quieran emprender la aventura:

  1. TRES palabras como mínimo y CINCO como máximo por comentarista + un opcional signo de puntuación (coma, punto, punto y coma, puntos suspensivos, guión, paréntesis, comillas, signo de interrogación/exclamación).

  2. Hay que copiar y pegar lo anterior, de modo que en el último comentario vaya quedando el texto que se está conformando. Véase el ejemplo:

  3. Comentarista 1:
    CARPE ES MUY
    Comentarista 2:
    Carpe es muy ROMPE-PELOTAS CON SUS EJEMPLIFICACIONES
    Comentarista 3:
    Carpe es muy rompe-pelotas con sus ejemplificaciones... PORQUE TIENE MIEDO DE
    (Etcétera)
  4. La siguiente condición es que sea gramaticalmente correcta, es decir, se admiten giros poéticos y palabras inventadas, pero nada de “EL SILLAS” o cosas por el estilo (ni guarangadas innecesarias, che, que la edad del pavo ya la pasamos).

  5. Se puede seccionar el texto en partes, y no me refiero únicamente al uso del punto y aparte, sino a la posibilidad de poner cosas como “Capítulo I”; “Escena Nº tanto”; “Otro día en el bar” y lo que se les ocurra.

  6. Asimismo, es posible agregar puntuación a lo escrito previamente por otro comentarista, pero tengan en cuenta que en ese caso estarían gastando así su propio signo opcional. Y una cosa es agregar y otra muy distinta quitar o cambiar, eso sí que no, ¿eh? Lo máximo modificable es algún error ortográfico.

  7. Por último, no vale que una persona haga comentarios seguidos, siempre debe esperar al menos un turno (téngase a bien no hacer trampitas con el uso de anónimos y/o apodos varios).

  8. Y si quisieran dejar algún comentario que no forme parte del texto (críticas u opiniones acerca del mismo), pues aprovechemos en esta ocasión el bonito chat del cual disponemos en nuestro side-bar. ¿Les parece bien?

Bueno, ya veremos si se prenden o no... lo peor que puede pasar es que no haya quórum y que pasemos velozmente a otro post, lo cual no me ofendería en absoluto.
Saludos y que sea lo que tenga que ser.

99 comentarios:

Carpe diem dijo...

AL ABRIR LOS OJOS

Psicodélica star dijo...

Al abrir los ojos, ME DI CUENTA DE

Marina dijo...

Al abrir los ojos, me di cuenta de QUE NO ESTABA EN

Tomás Grounauer dijo...

Al abrir los ojos, me di cuenta de que no estaba en MI CAMA COMO CREIA

Guagner dijo...

Al abrir los ojos, me di cuenta de que no estaba en mi cama como creía. HABÍA MUCHA LUZ Y COLORES

Anónimo dijo...

Al abrir los ojos, me di cuenta de que no estaba en mi cama como creía. Había mucha luz y colores QUE LASTIMABAN MIS OJOS

Psicodélica star dijo...

Al abrir los ojos, me di cuenta de que no estaba en mi cama como creía. Había mucha luz y colores que lastimaban mis ojos. "¡LA PUTA!", PENSÉ

Tomás Grounauer dijo...

Al abrir los ojos, me di cuenta de que no estaba en mi cama como creía. Había mucha luz y colores que lastimaban mis ojos. "¡La puta!", pensé, "TODAVIA SIGO EN LA DISCOTECA"

Lulis*~ dijo...

Al abrir los ojos, me di cuenta de que no estaba en mi cama como creía. Había mucha luz y colores que lastimaban mis ojos. "¡La puta!", pensé, "todavia sigo en la discoteca".
PARA COLMO

Guagner dijo...

Al abrir los ojos, me di cuenta de que no estaba en mi cama como creía. Había mucha luz y colores que lastimaban mis ojos. "¡La puta!", pensé, "todavia sigo en la discoteca".
Para colmo ESTÁN PASNDO MÚSICA OCHENTOSA.

Carpe diem dijo...

Al abrir los ojos, me di cuenta de que no estaba en mi cama como creía. Había mucha luz y colores que lastimaban mis ojos. “¡La puta!”, pensé, “todavia sigo en la discoteca”.
Para colmo están pasando música ochentosa. UNA CHICA IMITA A MADONNA

Tomás Grounauer dijo...

Al abrir los ojos, me di cuenta de que no estaba en mi cama como creía. Había mucha luz y colores que lastimaban mis ojos. “¡La puta!”, pensé, “todavia sigo en la discoteca”.
Para colmo están pasando música ochentosa. Una chica imita a Madonna Y CAPTA LA ATENCION DE

Guagner dijo...

Al abrir los ojos, me di cuenta de que no estaba en mi cama como creía. Había mucha luz y colores que lastimaban mis ojos. “¡La puta!”, pensé, “todavía sigo en la discoteca”.
Para colmo están pasando música ochentosa. Una chica imita a Madonna y capta la atención de TODOS, INCLUSIVE AL DJ

Gioconda dijo...

Al abrir los ojos, me di cuenta de que no estaba en mi cama como creía. Había mucha luz y colores que lastimaban mis ojos. “¡La puta!”, pensé, “todavía sigo en la discoteca”.
Para colmo están pasando música ochentosa. Una chica imita a Madonna y capta la atención de TODOS, INCLUSIVE AL DJ, que muy sorprendido le dijo

Tomás Grounauer dijo...

Al abrir los ojos, me di cuenta de que no estaba en mi cama como creía. Había mucha luz y colores que lastimaban mis ojos. “¡La puta!”, pensé, “todavía sigo en la discoteca”.
Para colmo están pasando música ochentosa. Una chica imita a Madonna y capta la atención de todos, inclusive al DJ, que muy sorprendido le dijo CON LENGUAJE DE SEÑAS

Anónimo dijo...

Al abrir los ojos, me di cuenta de que no estaba en mi cama como creía. Había mucha luz y colores que lastimaban mis ojos. “¡La puta!”, pensé, “todavía sigo en la discoteca”.
Para colmo están pasando música ochentosa. Una chica imita a Madonna y capta la atención de todos, inclusive al DJ, que muy sorprendido le dijo con lenguaje de señas: TE SALE MEJOR MICHAEL JACKSON

Guagner dijo...

Al abrir los ojos, me di cuenta de que no estaba en mi cama como creía. Había mucha luz y colores que lastimaban mis ojos. “¡La puta!”, pensé, “todavía sigo en la discoteca”.
Para colmo están pasando música ochentosa. Una chica imita a Madonna y capta la atención de todos, inclusive al DJ, que muy sorprendido le dijo con lenguaje de señas: te sale mejor Michael Jackson... ¿POR QUE ME DUELE TODO?

Anónimo dijo...

Al abrir los ojos, me di cuenta de que no estaba en mi cama como creía. Había mucha luz y colores que lastimaban mis ojos. “¡La puta!”, pensé, “todavía sigo en la discoteca”.
Para colmo están pasando música ochentosa. Una chica imita a Madonna y capta la atención de todos, inclusive al DJ, que muy sorprendido le dijo con lenguaje de señas: te sale mejor Michael Jackson... ¿Por qué me duele todo? ME PREGUNTO MIENTRAS

Tomás Grounauer dijo...

Al abrir los ojos, me di cuenta de que no estaba en mi cama como creía. Había mucha luz y colores que lastimaban mis ojos. “¡La puta!”, pensé, “todavía sigo en la discoteca”.
Para colmo están pasando música ochentosa. Una chica imita a Madonna y capta la atención de todos, inclusive al DJ, que muy sorprendido le dijo con lenguaje de señas: te sale mejor Michael Jackson... ¿Por qué me duele todo? me pregunto mientras ME PONGO DE PIE.

Lulis*~ dijo...

Al abrir los ojos, me di cuenta de que no estaba en mi cama como creía. Había mucha luz y colores que lastimaban mis ojos. “¡La puta!”, pensé, “todavía sigo en la discoteca”.
Para colmo están pasando música ochentosa. Una chica imita a Madonna y capta la atención de todos, inclusive al DJ, que muy sorprendido le dijo con lenguaje de señas: te sale mejor Michael Jackson... ¿Por qué me duele todo? me pregunto mientras me pongo de pie.
UN AMIGO

Tomás Grounauer dijo...

Al abrir los ojos, me di cuenta de que no estaba en mi cama como creía. Había mucha luz y colores que lastimaban mis ojos. “¡La puta!”, pensé, “todavía sigo en la discoteca”.
Para colmo están pasando música ochentosa. Una chica imita a Madonna y capta la atención de todos, inclusive al DJ, que muy sorprendido le dijo con lenguaje de señas: te sale mejor Michael Jackson... ¿Por qué me duele todo? me pregunto mientras me pongo de pie.
Un amigo ME AYUDA A LEVANTARME

Guagner dijo...

Al abrir los ojos, me di cuenta de que no estaba en mi cama como creía. Había mucha luz y colores que lastimaban mis ojos. “¡La puta!”, pensé, “todavía sigo en la discoteca”.
Para colmo están pasando música ochentosa. Una chica imita a Madonna y capta la atención de todos, inclusive al DJ, que muy sorprendido le dijo con lenguaje de señas: te sale mejor Michael Jackson... ¿Por qué me duele todo? me pregunto mientras me pongo de pie.
Un amigo me ayuda a levantarme. "GRACIAS WALTER" LE DIGO

Carpe diem dijo...

Al abrir los ojos, me di cuenta de que no estaba en mi cama como creía. Había mucha luz y colores que lastimaban mis ojos. “¡La puta!”, pensé, “todavía sigo en la discoteca”.
Para colmo están pasando música ochentosa. Una chica imita a Madonna y capta la atención de todos, inclusive al DJ, que muy sorprendido le dijo con lenguaje de señas: te sale mejor Michael Jackson...
“¿Por qué me duele todo?”, me pregunto mientras me pongo de pie. Un amigo me ayuda a levantarme.
“Gracias Walter” le digo CON UN HILO DE VOZ

Tomás Grounauer dijo...

Al abrir los ojos, me di cuenta de que no estaba en mi cama como creía. Había mucha luz y colores que lastimaban mis ojos. “¡La puta!”, pensé, “todavía sigo en la discoteca”.
Para colmo están pasando música ochentosa. Una chica imita a Madonna y capta la atención de todos, inclusive al DJ, que muy sorprendido le dijo con lenguaje de señas: te sale mejor Michael Jackson...
“¿Por qué me duele todo?”, me pregunto mientras me pongo de pie. Un amigo me ayuda a levantarme.
“Gracias Walter” le digo con un hilo de voz, "ME PODÉS EXPLICAR QUÉ PASÓ?"

Carpe diem dijo...

Al abrir los ojos, me di cuenta de que no estaba en mi cama como creía. Había mucha luz y colores que lastimaban mis ojos. “¡La puta!”, pensé, “todavía sigo en la discoteca”.
Para colmo están pasando música ochentosa. Una chica imita a Madonna y capta la atención de todos, inclusive al DJ, que muy sorprendido le dijo con lenguaje de señas: te sale mejor Michael Jackson...
“¿Por qué me duele todo?”, me pregunto mientras me pongo de pie. Un amigo me ayuda a levantarme.
“Gracias Walter” le digo con un hilo de voz, “¿me podés explicar qué pasó?”
—PASÓ LO QUE MÁS TEMÍAMOS

Guagner dijo...

Al abrir los ojos, me di cuenta de que no estaba en mi cama como creía. Había mucha luz y colores que lastimaban mis ojos. “¡La puta!”, pensé, “todavía sigo en la discoteca”.
Para colmo están pasando música ochentosa. Una chica imita a Madonna y capta la atención de todos, inclusive al DJ, que muy sorprendido le dijo con lenguaje de señas: te sale mejor Michael Jackson...
“¿Por qué me duele todo?”, me pregunto mientras me pongo de pie. Un amigo me ayuda a levantarme.
“Gracias Walter” le digo con un hilo de voz, “¿me podés explicar qué pasó?”
—Pasó lo que más temíamos. NO HUBO FORMA DE EVITARLO

Clau dijo...

Al abrir los ojos, me di cuenta de que no estaba en mi cama como creía. Había mucha luz y colores que lastimaban mis ojos. “¡La puta!”, pensé, “todavía sigo en la discoteca”.
Para colmo están pasando música ochentosa. Una chica imita a Madonna y capta la atención de todos, inclusive al DJ, que muy sorprendido le dijo con lenguaje de señas: te sale mejor Michael Jackson...
“¿Por qué me duele todo?”, me pregunto mientras me pongo de pie. Un amigo me ayuda a levantarme.
“Gracias Walter” le digo con un hilo de voz, “¿me podés explicar qué pasó?”
—Pasó lo que más temíamos. No hubo forma de evitarlo, FUERON MÁS RÁPIDOS QUE NOSOTROS

Guagner dijo...

Al abrir los ojos, me di cuenta de que no estaba en mi cama como creía. Había mucha luz y colores que lastimaban mis ojos. “¡La puta!”, pensé, “todavía sigo en la discoteca”.
Para colmo están pasando música ochentosa. Una chica imita a Madonna y capta la atención de todos, inclusive al DJ, que muy sorprendido le dijo con lenguaje de señas: te sale mejor Michael Jackson...
“¿Por qué me duele todo?”, me pregunto mientras me pongo de pie. Un amigo me ayuda a levantarme.
“Gracias Walter” le digo con un hilo de voz, “¿me podés explicar qué pasó?”
—Pasó lo que más temíamos. No hubo forma de evitarlo, fueron más rápidos que nosotros.
-¿ESTO ES SANGRE?

Tomás Grounauer dijo...

Al abrir los ojos, me di cuenta de que no estaba en mi cama como creía. Había mucha luz y colores que lastimaban mis ojos. “¡La puta!”, pensé, “todavía sigo en la discoteca”.
Para colmo están pasando música ochentosa. Una chica imita a Madonna y capta la atención de todos, inclusive al DJ, que muy sorprendido le dijo con lenguaje de señas: te sale mejor Michael Jackson...
“¿Por qué me duele todo?”, me pregunto mientras me pongo de pie. Un amigo me ayuda a levantarme.
“Gracias Walter” le digo con un hilo de voz, “¿me podés explicar qué pasó?”
—Pasó lo que más temíamos. No hubo forma de evitarlo, fueron más rápidos que nosotros.
-¿Esto es sangre?-, LE PREGUNTE SEÑALANDO SU CAMISA.

Guagner dijo...

Al abrir los ojos, me di cuenta de que no estaba en mi cama como creía. Había mucha luz y colores que lastimaban mis ojos. “¡La puta!”, pensé, “todavía sigo en la discoteca”.
Para colmo están pasando música ochentosa. Una chica imita a Madonna y capta la atención de todos, inclusive al DJ, que muy sorprendido le dijo con lenguaje de señas: te sale mejor Michael Jackson...
“¿Por qué me duele todo?”, me pregunto mientras me pongo de pie. Un amigo me ayuda a levantarme.
“Gracias Walter” le digo con un hilo de voz, “¿me podés explicar qué pasó?”
—Pasó lo que más temíamos. No hubo forma de evitarlo, fueron más rápidos que nosotros.
-¿Esto es sangre?-, le pregunté señalando su camisa.
- SI, ES DE JULIA

Carpe diem dijo...

Al abrir los ojos, me di cuenta de que no estaba en mi cama como creía. Había mucha luz y colores que lastimaban mis ojos. “¡La puta!”, pensé, “todavía sigo en la discoteca”.
Para colmo están pasando música ochentosa. Una chica imita a Madonna y capta la atención de todos, inclusive al DJ, que muy sorprendido le dijo con lenguaje de señas: te sale mejor Michael Jackson...
“¿Por qué me duele todo?”, me pregunto mientras me pongo de pie. Un amigo me ayuda a levantarme.
“Gracias, Walter” le digo con un hilo de voz, “¿me podés explicar qué pasó?”
—Pasó lo que más temíamos. No hubo forma de evitarlo, fueron más rápidos que nosotros.
-¿Esto es sangre?- le pregunté señalando su camisa.
-Sí, es de Julia.
LO MIRÉ EXTRAÑADO, NUNCA ANTES

Tomás Grounauer dijo...

Al abrir los ojos, me di cuenta de que no estaba en mi cama como creía. Había mucha luz y colores que lastimaban mis ojos. “¡La puta!”, pensé, “todavía sigo en la discoteca”.
Para colmo están pasando música ochentosa. Una chica imita a Madonna y capta la atención de todos, inclusive al DJ, que muy sorprendido le dijo con lenguaje de señas: te sale mejor Michael Jackson...
“¿Por qué me duele todo?”, me pregunto mientras me pongo de pie. Un amigo me ayuda a levantarme.
“Gracias, Walter” le digo con un hilo de voz, “¿me podés explicar qué pasó?”
—Pasó lo que más temíamos. No hubo forma de evitarlo, fueron más rápidos que nosotros.
-¿Esto es sangre?- le pregunté señalando su camisa.
-Sí, es de Julia.
Lo miré extrañado, nunca antes LO HABIA VISTO LLORAR.

Guagner dijo...

Al abrir los ojos, me di cuenta de que no estaba en mi cama como creía. Había mucha luz y colores que lastimaban mis ojos. “¡La puta!”, pensé, “todavía sigo en la discoteca”.
Para colmo están pasando música ochentosa. Una chica imita a Madonna y capta la atención de todos, inclusive al DJ, que muy sorprendido le dijo con lenguaje de señas: te sale mejor Michael Jackson...
“¿Por qué me duele todo?”, me pregunto mientras me pongo de pie. Un amigo me ayuda a levantarme.
“Gracias, Walter” le digo con un hilo de voz, “¿me podés explicar qué pasó?”
—Pasó lo que más temíamos. No hubo forma de evitarlo, fueron más rápidos que nosotros.
-¿Esto es sangre?- le pregunté señalando su camisa.
-Sí, es de Julia.
Lo miré extrañado, nunca antes lo había visto llorar.
-¿COMO FUE?

Psicodélica star dijo...

Al abrir los ojos, me di cuenta de que no estaba en mi cama como creía. Había mucha luz y colores que lastimaban mis ojos. “¡La puta!”, pensé, “todavía sigo en la discoteca”.
Para colmo están pasando música ochentosa. Una chica imita a Madonna y capta la atención de todos, inclusive al DJ, que muy sorprendido le dijo con lenguaje de señas: te sale mejor Michael Jackson...
“¿Por qué me duele todo?”, me pregunto mientras me pongo de pie. Un amigo me ayuda a levantarme.
“Gracias, Walter” le digo con un hilo de voz, “¿me podés explicar qué pasó?”
—Pasó lo que más temíamos. No hubo forma de evitarlo, fueron más rápidos que nosotros.
-¿Esto es sangre?- le pregunté señalando su camisa.
-Sí, es de Julia.
Lo miré extrañado, nunca antes lo había visto llorar.
-¿Cómo fue?
—AMASANDO PIZZAS

Anónimo dijo...

Al abrir los ojos, me di cuenta de que no estaba en mi cama como creía. Había mucha luz y colores que lastimaban mis ojos. “¡La puta!”, pensé, “todavía sigo en la discoteca”.
Para colmo están pasando música ochentosa. Una chica imita a Madonna y capta la atención de todos, inclusive al DJ, que muy sorprendido le dijo con lenguaje de señas: te sale mejor Michael Jackson...
“¿Por qué me duele todo?”, me pregunto mientras me pongo de pie. Un amigo me ayuda a levantarme.
“Gracias, Walter” le digo con un hilo de voz, “¿me podés explicar qué pasó?”
—Pasó lo que más temíamos. No hubo forma de evitarlo, fueron más rápidos que nosotros.
—¿Esto es sangre?— le pregunté señalando su camisa.
—Sí, es de Julia.
Lo miré extrañado, nunca antes lo había visto llorar.
—¿Cómo fue?
—Amasando pizzas... REVOLEÓ UNA AL TECHO Y

Lulis*~ dijo...

Al abrir los ojos, me di cuenta de que no estaba en mi cama como creía. Había mucha luz y colores que lastimaban mis ojos. “¡La puta!”, pensé, “todavía sigo en la discoteca”.
Para colmo están pasando música ochentosa. Una chica imita a Madonna y capta la atención de todos, inclusive al DJ, que muy sorprendido le dijo con lenguaje de señas: te sale mejor Michael Jackson...
“¿Por qué me duele todo?”, me pregunto mientras me pongo de pie. Un amigo me ayuda a levantarme.
“Gracias, Walter” le digo con un hilo de voz, “¿me podés explicar qué pasó?”
—Pasó lo que más temíamos. No hubo forma de evitarlo, fueron más rápidos que nosotros.
—¿Esto es sangre?— le pregunté señalando su camisa.
—Sí, es de Julia.
Lo miré extrañado, nunca antes lo había visto llorar.
—¿Cómo fue?
—Amasando pizzas... revoleó una al techo y NO SE DIO CUENTA QUE

Psicodélica star dijo...

Al abrir los ojos, me di cuenta de que no estaba en mi cama como creía. Había mucha luz y colores que lastimaban mis ojos. “¡La puta!”, pensé, “todavía sigo en la discoteca”.
Para colmo están pasando música ochentosa. Una chica imita a Madonna y capta la atención de todos, inclusive al DJ, que muy sorprendido le dijo con lenguaje de señas: te sale mejor Michael Jackson...
“¿Por qué me duele todo?”, me pregunto mientras me pongo de pie. Un amigo me ayuda a levantarme.
“Gracias, Walter” le digo con un hilo de voz, “¿me podés explicar qué pasó?”
—Pasó lo que más temíamos. No hubo forma de evitarlo, fueron más rápidos que nosotros.
—¿Esto es sangre?— le pregunté señalando su camisa.
—Sí, es de Julia.
Lo miré extrañado, nunca antes lo había visto llorar.
—¿Cómo fue?
—Amasando pizzas... revoleó una al techo y no se dio cuenta de que HABÍA LEUDADO DEMASIADO.

Guagner dijo...

Al abrir los ojos, me di cuenta de que no estaba en mi cama como creía. Había mucha luz y colores que lastimaban mis ojos. “¡La puta!”, pensé, “todavía sigo en la discoteca”.
Para colmo están pasando música ochentosa. Una chica imita a Madonna y capta la atención de todos, inclusive al DJ, que muy sorprendido le dijo con lenguaje de señas: te sale mejor Michael Jackson...
“¿Por qué me duele todo?”, me pregunto mientras me pongo de pie. Un amigo me ayuda a levantarme.
“Gracias, Walter” le digo con un hilo de voz, “¿me podés explicar qué pasó?”
—Pasó lo que más temíamos. No hubo forma de evitarlo, fueron más rápidos que nosotros.
—¿Esto es sangre?— le pregunté señalando su camisa.
—Sí, es de Julia.
Lo miré extrañado, nunca antes lo había visto llorar.
—¿Cómo fue?
—Amasando pizzas... revoleó una al techo y no se dio cuenta de que había leudado demasiado.
-¿Y A MÍ?

Carpe diem dijo...

Al abrir los ojos, me di cuenta de que no estaba en mi cama como creía. Había mucha luz y colores que lastimaban mis ojos. “¡La puta!”, pensé, “todavía sigo en la discoteca”.
Para colmo están pasando música ochentosa. Una chica imita a Madonna y capta la atención de todos, inclusive al DJ, que muy sorprendido le dijo con lenguaje de señas: te sale mejor Michael Jackson...
“¿Por qué me duele todo?”, me pregunto mientras me pongo de pie. Un amigo me ayuda a levantarme.
“Gracias, Walter” le digo con un hilo de voz, “¿me podés explicar qué pasó?”
—Pasó lo que más temíamos. No hubo forma de evitarlo, fueron más rápidos que nosotros.
—¿Esto es sangre?— le pregunté señalando su camisa.
—Sí, es de Julia.
Lo miré extrañado, nunca antes lo había visto llorar.
—¿Cómo fue?
—Amasando pizzas... revoleó una al techo y no se dio cuenta de que había leudado demasiado.
—¿Y a mí?
—A VOS TE AGARRARON LOS

Psicodélica star dijo...

Al abrir los ojos, me di cuenta de que no estaba en mi cama como creía. Había mucha luz y colores que lastimaban mis ojos. “¡La puta!”, pensé, “todavía sigo en la discoteca”.
Para colmo están pasando música ochentosa. Una chica imita a Madonna y capta la atención de todos, inclusive al DJ, que muy sorprendido le dijo con lenguaje de señas: te sale mejor Michael Jackson...
“¿Por qué me duele todo?”, me pregunto mientras me pongo de pie. Un amigo me ayuda a levantarme.
“Gracias, Walter” le digo con un hilo de voz, “¿me podés explicar qué pasó?”
—Pasó lo que más temíamos. No hubo forma de evitarlo, fueron más rápidos que nosotros.
—¿Esto es sangre?— le pregunté señalando su camisa.
—Sí, es de Julia.
Lo miré extrañado, nunca antes lo había visto llorar.
—¿Cómo fue?
—Amasando pizzas... revoleó una al techo y no se dio cuenta de que había leudado demasiado.
—¿Y a mí?
—A vos te agarraron los AMISH Y TE

Tomás Grounauer dijo...

Al abrir los ojos, me di cuenta de que no estaba en mi cama como creía. Había mucha luz y colores que lastimaban mis ojos. “¡La puta!”, pensé, “todavía sigo en la discoteca”.
Para colmo están pasando música ochentosa. Una chica imita a Madonna y capta la atención de todos, inclusive al DJ, que muy sorprendido le dijo con lenguaje de señas: te sale mejor Michael Jackson...
“¿Por qué me duele todo?”, me pregunto mientras me pongo de pie. Un amigo me ayuda a levantarme.
“Gracias, Walter” le digo con un hilo de voz, “¿me podés explicar qué pasó?”
—Pasó lo que más temíamos. No hubo forma de evitarlo, fueron más rápidos que nosotros.
—¿Esto es sangre?— le pregunté señalando su camisa.
—Sí, es de Julia.
Lo miré extrañado, nunca antes lo había visto llorar.
—¿Cómo fue?
—Amasando pizzas... revoleó una al techo y no se dio cuenta de que había leudado demasiado.
—¿Y a mí?
—A vos te agarraron los Amish y te HICIERON UNA AFEITADA TOTAL

Lulis*~ dijo...

Al abrir los ojos, me di cuenta de que no estaba en mi cama como creía. Había mucha luz y colores que lastimaban mis ojos. “¡La puta!”, pensé, “todavía sigo en la discoteca”.
Para colmo están pasando música ochentosa. Una chica imita a Madonna y capta la atención de todos, inclusive al DJ, que muy sorprendido le dijo con lenguaje de señas: te sale mejor Michael Jackson...
“¿Por qué me duele todo?”, me pregunto mientras me pongo de pie. Un amigo me ayuda a levantarme.
“Gracias, Walter” le digo con un hilo de voz, “¿me podés explicar qué pasó?”
—Pasó lo que más temíamos. No hubo forma de evitarlo, fueron más rápidos que nosotros.
—¿Esto es sangre?— le pregunté señalando su camisa.
—Sí, es de Julia.
Lo miré extrañado, nunca antes lo había visto llorar.
—¿Cómo fue?
—Amasando pizzas... revoleó una al techo y no se dio cuenta de que había leudado demasiado.
—¿Y a mí?
—A vos te agarraron los Amish y te hicieron una afeitada total DE TUS PARTES INTIMAS.

Anónimo dijo...

Al abrir los ojos, me di cuenta de que no estaba en mi cama como creía. Había mucha luz y colores que lastimaban mis ojos. “¡La puta!”, pensé, “todavía sigo en la discoteca”.
Para colmo están pasando música ochentosa. Una chica imita a Madonna y capta la atención de todos, inclusive al DJ, que muy sorprendido le dijo con lenguaje de señas: te sale mejor Michael Jackson...
“¿Por qué me duele todo?”, me pregunto mientras me pongo de pie. Un amigo me ayuda a levantarme.
“Gracias, Walter” le digo con un hilo de voz, “¿me podés explicar qué pasó?”
—Pasó lo que más temíamos. No hubo forma de evitarlo, fueron más rápidos que nosotros.
—¿Esto es sangre?— le pregunté señalando su camisa.
—Sí, es de Julia.
Lo miré extrañado, nunca antes lo había visto llorar.
—¿Cómo fue?
—Amasando pizzas... revoleó una al techo y no se dio cuenta de que había leudado demasiado.
—¿Y a mí?
—A vos te agarraron los Amish y te hicieron una afeitada total de tus partes íntimas.
DE REPENTE, SENTÍ COMEZÓN

Psicodélica star dijo...

Al abrir los ojos, me di cuenta de que no estaba en mi cama como creía. Había mucha luz y colores que lastimaban mis ojos. “¡La puta!”, pensé, “todavía sigo en la discoteca”.
Para colmo están pasando música ochentosa. Una chica imita a Madonna y capta la atención de todos, inclusive al DJ, que muy sorprendido le dijo con lenguaje de señas: te sale mejor Michael Jackson...
“¿Por qué me duele todo?”, me pregunto mientras me pongo de pie. Un amigo me ayuda a levantarme.
“Gracias, Walter” le digo con un hilo de voz, “¿me podés explicar qué pasó?”
—Pasó lo que más temíamos. No hubo forma de evitarlo, fueron más rápidos que nosotros.
—¿Esto es sangre?— le pregunté señalando su camisa.
—Sí, es de Julia.
Lo miré extrañado, nunca antes lo había visto llorar.
—¿Cómo fue?
—Amasando pizzas... revoleó una al techo y no se dio cuenta de que había leudado demasiado.
—¿Y a mí?
—A vos te agarraron los Amish y te hicieron una afeitada total de tus partes íntimas.
De repente, sentí comezón EN EL TÍMPANO.

Guagner dijo...

Al abrir los ojos, me di cuenta de que no estaba en mi cama como creía. Había mucha luz y colores que lastimaban mis ojos. “¡La puta!”, pensé, “todavía sigo en la discoteca”.
Para colmo están pasando música ochentosa. Una chica imita a Madonna y capta la atención de todos, inclusive al DJ, que muy sorprendido le dijo con lenguaje de señas: te sale mejor Michael Jackson...
“¿Por qué me duele todo?”, me pregunto mientras me pongo de pie. Un amigo me ayuda a levantarme.
“Gracias, Walter” le digo con un hilo de voz, “¿me podés explicar qué pasó?”
—Pasó lo que más temíamos. No hubo forma de evitarlo, fueron más rápidos que nosotros.
—¿Esto es sangre?— le pregunté señalando su camisa.
—Sí, es de Julia.
Lo miré extrañado, nunca antes lo había visto llorar.
—¿Cómo fue?
—Amasando pizzas... revoleó una al techo y no se dio cuenta de que había leudado demasiado.
—¿Y a mí?
—A vos te agarraron los Amish y te hicieron una afeitada total de tus partes íntimas.
De repente, sentí comezón en el tímpano.

ESTO ESTA MUY RARO

Psicodélica star dijo...

Al abrir los ojos, me di cuenta de que no estaba en mi cama como creía. Había mucha luz y colores que lastimaban mis ojos. “¡La puta!”, pensé, “todavía sigo en la discoteca”.
Para colmo están pasando música ochentosa. Una chica imita a Madonna y capta la atención de todos, inclusive al DJ, que muy sorprendido le dijo con lenguaje de señas: te sale mejor Michael Jackson...
“¿Por qué me duele todo?”, me pregunto mientras me pongo de pie. Un amigo me ayuda a levantarme.
“Gracias, Walter” le digo con un hilo de voz, “¿me podés explicar qué pasó?”
—Pasó lo que más temíamos. No hubo forma de evitarlo, fueron más rápidos que nosotros.
—¿Esto es sangre?— le pregunté señalando su camisa.
—Sí, es de Julia.
Lo miré extrañado, nunca antes lo había visto llorar.
—¿Cómo fue?
—Amasando pizzas... revoleó una al techo y no se dio cuenta de que había leudado demasiado.
—¿Y a mí?
—A vos te agarraron los Amish y te hicieron una afeitada total de tus partes íntimas.
De repente, sentí comezón en el tímpano.

"Esto está muy raro", ME DIJO

Lulis*~ dijo...

Al abrir los ojos, me di cuenta de que no estaba en mi cama como creía. Había mucha luz y colores que lastimaban mis ojos. “¡La puta!”, pensé, “todavía sigo en la discoteca”.
Para colmo están pasando música ochentosa. Una chica imita a Madonna y capta la atención de todos, inclusive al DJ, que muy sorprendido le dijo con lenguaje de señas: te sale mejor Michael Jackson...
“¿Por qué me duele todo?”, me pregunto mientras me pongo de pie. Un amigo me ayuda a levantarme.
“Gracias, Walter” le digo con un hilo de voz, “¿me podés explicar qué pasó?”
—Pasó lo que más temíamos. No hubo forma de evitarlo, fueron más rápidos que nosotros.
—¿Esto es sangre?— le pregunté señalando su camisa.
—Sí, es de Julia.
Lo miré extrañado, nunca antes lo había visto llorar.
—¿Cómo fue?
—Amasando pizzas... revoleó una al techo y no se dio cuenta de que había leudado demasiado.
—¿Y a mí?
—A vos te agarraron los Amish y te hicieron una afeitada total de tus partes íntimas.
De repente, sentí comezón en el tímpano.

"Esto está muy raro", me dijo.
"PORQUE NO NOS VAMOS A

Guagner dijo...

Al abrir los ojos, me di cuenta de que no estaba en mi cama como creía. Había mucha luz y colores que lastimaban mis ojos. “¡La puta!”, pensé, “todavía sigo en la discoteca”.
Para colmo están pasando música ochentosa. Una chica imita a Madonna y capta la atención de todos, inclusive al DJ, que muy sorprendido le dijo con lenguaje de señas: te sale mejor Michael Jackson...
“¿Por qué me duele todo?”, me pregunto mientras me pongo de pie. Un amigo me ayuda a levantarme.
“Gracias, Walter” le digo con un hilo de voz, “¿me podés explicar qué pasó?”
—Pasó lo que más temíamos. No hubo forma de evitarlo, fueron más rápidos que nosotros.
—¿Esto es sangre?— le pregunté señalando su camisa.
—Sí, es de Julia.
Lo miré extrañado, nunca antes lo había visto llorar.
—¿Cómo fue?
—Amasando pizzas... revoleó una al techo y no se dio cuenta de que había leudado demasiado.
—¿Y a mí?
—A vos te agarraron los Amish y te hicieron una afeitada total de tus partes íntimas.
De repente, sentí comezón en el tímpano.

"Esto está muy raro", me dijo.
"Porque no nos vamos a VIVIR JUNTOS?"

Lulis*~ dijo...

Al abrir los ojos, me di cuenta de que no estaba en mi cama como creía. Había mucha luz y colores que lastimaban mis ojos. “¡La puta!”, pensé, “todavía sigo en la discoteca”.
Para colmo están pasando música ochentosa. Una chica imita a Madonna y capta la atención de todos, inclusive al DJ, que muy sorprendido le dijo con lenguaje de señas: te sale mejor Michael Jackson...
“¿Por qué me duele todo?”, me pregunto mientras me pongo de pie. Un amigo me ayuda a levantarme.
“Gracias, Walter” le digo con un hilo de voz, “¿me podés explicar qué pasó?”
—Pasó lo que más temíamos. No hubo forma de evitarlo, fueron más rápidos que nosotros.
—¿Esto es sangre?— le pregunté señalando su camisa.
—Sí, es de Julia.
Lo miré extrañado, nunca antes lo había visto llorar.
—¿Cómo fue?
—Amasando pizzas... revoleó una al techo y no se dio cuenta de que había leudado demasiado.
—¿Y a mí?
—A vos te agarraron los Amish y te hicieron una afeitada total de tus partes íntimas.
De repente, sentí comezón en el tímpano.

"Esto está muy raro", me dijo.
"Porque no nos vamos a vivir juntos?" LE PREGUNTE MIENTRAS

Anónimo dijo...

Al abrir los ojos, me di cuenta de que no estaba en mi cama como creía. Había mucha luz y colores que lastimaban mis ojos. “¡La puta!”, pensé, “todavía sigo en la discoteca”.
Para colmo están pasando música ochentosa. Una chica imita a Madonna y capta la atención de todos, inclusive al DJ, que muy sorprendido le dijo con lenguaje de señas: te sale mejor Michael Jackson...
“¿Por qué me duele todo?”, me pregunto mientras me pongo de pie. Un amigo me ayuda a levantarme.
“Gracias, Walter” le digo con un hilo de voz, “¿me podés explicar qué pasó?”
—Pasó lo que más temíamos. No hubo forma de evitarlo, fueron más rápidos que nosotros.
—¿Esto es sangre?— le pregunté señalando su camisa.
—Sí, es de Julia.
Lo miré extrañado, nunca antes lo había visto llorar.
—¿Cómo fue?
—Amasando pizzas... revoleó una al techo y no se dio cuenta de que había leudado demasiado.
—¿Y a mí?
—A vos te agarraron los Amish y te hicieron una afeitada total de tus partes íntimas.
De repente, sentí comezón en el tímpano.
—Esto está muy raro— me dijo.
—¿Porque no nos vamos a vivir juntos?— le pregunté mientras ME RASCABA LA OREJA.

Guagner dijo...

Al abrir los ojos, me di cuenta de que no estaba en mi cama como creía. Había mucha luz y colores que lastimaban mis ojos. “¡La puta!”, pensé, “todavía sigo en la discoteca”.
Para colmo están pasando música ochentosa. Una chica imita a Madonna y capta la atención de todos, inclusive al DJ, que muy sorprendido le dijo con lenguaje de señas: te sale mejor Michael Jackson...
“¿Por qué me duele todo?”, me pregunto mientras me pongo de pie. Un amigo me ayuda a levantarme.
“Gracias, Walter” le digo con un hilo de voz, “¿me podés explicar qué pasó?”
—Pasó lo que más temíamos. No hubo forma de evitarlo, fueron más rápidos que nosotros.
—¿Esto es sangre?— le pregunté señalando su camisa.
—Sí, es de Julia.
Lo miré extrañado, nunca antes lo había visto llorar.
—¿Cómo fue?
—Amasando pizzas... revoleó una al techo y no se dio cuenta de que había leudado demasiado.
—¿Y a mí?
—A vos te agarraron los Amish y te hicieron una afeitada total de tus partes íntimas.
De repente, sentí comezón en el tímpano.
—Esto está muy raro— me dijo.
—¿Porque no nos vamos a vivir juntos?— le pregunté mientras me rascaba la oreja.
- NO ES EL MOMENTO

Carpe diem dijo...

Al abrir los ojos, me di cuenta de que no estaba en mi cama como creía. Había mucha luz y colores que lastimaban mis ojos. “¡La puta!”, pensé, “todavía sigo en la discoteca”.
Para colmo están pasando música ochentosa. Una chica imita a Madonna y capta la atención de todos, inclusive al DJ, que muy sorprendido le dijo con lenguaje de señas: te sale mejor Michael Jackson...
“¿Por qué me duele todo?”, me pregunto mientras me pongo de pie. Un amigo me ayuda a levantarme.
“Gracias, Walter” le digo con un hilo de voz, “¿me podés explicar qué pasó?”
—Pasó lo que más temíamos. No hubo forma de evitarlo, fueron más rápidos que nosotros.
—¿Esto es sangre?— le pregunté señalando su camisa.
—Sí, es de Julia.
Lo miré extrañado, nunca antes lo había visto llorar.
—¿Cómo fue?
—Amasando pizzas... revoleó una al techo y no se dio cuenta de que había leudado demasiado.
—¿Y a mí?
—A vos te agarraron los Amish y te hicieron una afeitada total de tus partes íntimas.
De repente, sentí comezón en el tímpano.
—Esto está muy raro— me dijo.
—¿Porque no nos vamos a vivir juntos?— le pregunté mientras me rascaba la oreja.
—No es el momento PARA HABLAR DE LO NUESTRO

Tomás Grounauer dijo...

Al abrir los ojos, me di cuenta de que no estaba en mi cama como creía. Había mucha luz y colores que lastimaban mis ojos. “¡La puta!”, pensé, “todavía sigo en la discoteca”.
Para colmo están pasando música ochentosa. Una chica imita a Madonna y capta la atención de todos, inclusive al DJ, que muy sorprendido le dijo con lenguaje de señas: te sale mejor Michael Jackson...
“¿Por qué me duele todo?”, me pregunto mientras me pongo de pie. Un amigo me ayuda a levantarme.
“Gracias, Walter” le digo con un hilo de voz, “¿me podés explicar qué pasó?”
—Pasó lo que más temíamos. No hubo forma de evitarlo, fueron más rápidos que nosotros.
—¿Esto es sangre?— le pregunté señalando su camisa.
—Sí, es de Julia.
Lo miré extrañado, nunca antes lo había visto llorar.
—¿Cómo fue?
—Amasando pizzas... revoleó una al techo y no se dio cuenta de que había leudado demasiado.
—¿Y a mí?
—A vos te agarraron los Amish y te hicieron una afeitada total de tus partes íntimas.
De repente, sentí comezón en el tímpano.
—Esto está muy raro— me dijo.
—¿Porque no nos vamos a vivir juntos?— le pregunté mientras me rascaba la oreja.
—No es el momento para hablar de lo nuestro, HAY QUE DETENER A ESA

Guagner dijo...

Al abrir los ojos, me di cuenta de que no estaba en mi cama como creía. Había mucha luz y colores que lastimaban mis ojos. “¡La puta!”, pensé, “todavía sigo en la discoteca”.
Para colmo están pasando música ochentosa. Una chica imita a Madonna y capta la atención de todos, inclusive al DJ, que muy sorprendido le dijo con lenguaje de señas: te sale mejor Michael Jackson...
“¿Por qué me duele todo?”, me pregunto mientras me pongo de pie. Un amigo me ayuda a levantarme.
“Gracias, Walter” le digo con un hilo de voz, “¿me podés explicar qué pasó?”
—Pasó lo que más temíamos. No hubo forma de evitarlo, fueron más rápidos que nosotros.
—¿Esto es sangre?— le pregunté señalando su camisa.
—Sí, es de Julia.
Lo miré extrañado, nunca antes lo había visto llorar.
—¿Cómo fue?
—Amasando pizzas... revoleó una al techo y no se dio cuenta de que había leudado demasiado.
—¿Y a mí?
—A vos te agarraron los Amish y te hicieron una afeitada total de tus partes íntimas.
De repente, sentí comezón en el tímpano.
—Esto está muy raro— me dijo.
—¿Porque no nos vamos a vivir juntos?— le pregunté mientras me rascaba la oreja.
—No es el momento para hablar de lo nuestro, hay que detener a esa BANDA DE AMISH TERRORISTAS

Tomás Grounauer dijo...

Al abrir los ojos, me di cuenta de que no estaba en mi cama como creía. Había mucha luz y colores que lastimaban mis ojos. “¡La puta!”, pensé, “todavía sigo en la discoteca”.
Para colmo están pasando música ochentosa. Una chica imita a Madonna y capta la atención de todos, inclusive al DJ, que muy sorprendido le dijo con lenguaje de señas: te sale mejor Michael Jackson...
“¿Por qué me duele todo?”, me pregunto mientras me pongo de pie. Un amigo me ayuda a levantarme.
“Gracias, Walter” le digo con un hilo de voz, “¿me podés explicar qué pasó?”
—Pasó lo que más temíamos. No hubo forma de evitarlo, fueron más rápidos que nosotros.
—¿Esto es sangre?— le pregunté señalando su camisa.
—Sí, es de Julia.
Lo miré extrañado, nunca antes lo había visto llorar.
—¿Cómo fue?
—Amasando pizzas... revoleó una al techo y no se dio cuenta de que había leudado demasiado.
—¿Y a mí?
—A vos te agarraron los Amish y te hicieron una afeitada total de tus partes íntimas.
De repente, sentí comezón en el tímpano.
—Esto está muy raro— me dijo.
—¿Porque no nos vamos a vivir juntos?— le pregunté mientras me rascaba la oreja.
—No es el momento para hablar de lo nuestro, hay que detener a esa banda de amish terroristas QUE COMEN CARNE HUMANA

Guagner dijo...

Al abrir los ojos, me di cuenta de que no estaba en mi cama como creía. Había mucha luz y colores que lastimaban mis ojos. “¡La puta!”, pensé, “todavía sigo en la discoteca”.
Para colmo están pasando música ochentosa. Una chica imita a Madonna y capta la atención de todos, inclusive al DJ, que muy sorprendido le dijo con lenguaje de señas: te sale mejor Michael Jackson...
“¿Por qué me duele todo?”, me pregunto mientras me pongo de pie. Un amigo me ayuda a levantarme.
“Gracias, Walter” le digo con un hilo de voz, “¿me podés explicar qué pasó?”
—Pasó lo que más temíamos. No hubo forma de evitarlo, fueron más rápidos que nosotros.
—¿Esto es sangre?— le pregunté señalando su camisa.
—Sí, es de Julia.
Lo miré extrañado, nunca antes lo había visto llorar.
—¿Cómo fue?
—Amasando pizzas... revoleó una al techo y no se dio cuenta de que había leudado demasiado.
—¿Y a mí?
—A vos te agarraron los Amish y te hicieron una afeitada total de tus partes íntimas.
De repente, sentí comezón en el tímpano.
—Esto está muy raro— me dijo.
—¿Porque no nos vamos a vivir juntos?— le pregunté mientras me rascaba la oreja.
—No es el momento para hablar de lo nuestro, hay que detener a esa banda de amish terroristas que comen carne humana.
-JE JE SI

Tomás Grounauer dijo...

Al abrir los ojos, me di cuenta de que no estaba en mi cama como creía. Había mucha luz y colores que lastimaban mis ojos. “¡La puta!”, pensé, “todavía sigo en la discoteca”.
Para colmo están pasando música ochentosa. Una chica imita a Madonna y capta la atención de todos, inclusive al DJ, que muy sorprendido le dijo con lenguaje de señas: te sale mejor Michael Jackson...
“¿Por qué me duele todo?”, me pregunto mientras me pongo de pie. Un amigo me ayuda a levantarme.
“Gracias, Walter” le digo con un hilo de voz, “¿me podés explicar qué pasó?”
—Pasó lo que más temíamos. No hubo forma de evitarlo, fueron más rápidos que nosotros.
—¿Esto es sangre?— le pregunté señalando su camisa.
—Sí, es de Julia.
Lo miré extrañado, nunca antes lo había visto llorar.
—¿Cómo fue?
—Amasando pizzas... revoleó una al techo y no se dio cuenta de que había leudado demasiado.
—¿Y a mí?
—A vos te agarraron los Amish y te hicieron una afeitada total de tus partes íntimas.
De repente, sentí comezón en el tímpano.
—Esto está muy raro— me dijo.
—¿Porque no nos vamos a vivir juntos?— le pregunté mientras me rascaba la oreja.
—No es el momento para hablar de lo nuestro, hay que detener a esa banda de amish terroristas que comen carne humana.
-Je je si ES QUE PUEDEN DETENERNOS...

Guagner dijo...

Al abrir los ojos, me di cuenta de que no estaba en mi cama como creía. Había mucha luz y colores que lastimaban mis ojos. “¡La puta!”, pensé, “todavía sigo en la discoteca”.
Para colmo están pasando música ochentosa. Una chica imita a Madonna y capta la atención de todos, inclusive al DJ, que muy sorprendido le dijo con lenguaje de señas: te sale mejor Michael Jackson...
“¿Por qué me duele todo?”, me pregunto mientras me pongo de pie. Un amigo me ayuda a levantarme.
“Gracias, Walter” le digo con un hilo de voz, “¿me podés explicar qué pasó?”
—Pasó lo que más temíamos. No hubo forma de evitarlo, fueron más rápidos que nosotros.
—¿Esto es sangre?— le pregunté señalando su camisa.
—Sí, es de Julia.
Lo miré extrañado, nunca antes lo había visto llorar.
—¿Cómo fue?
—Amasando pizzas... revoleó una al techo y no se dio cuenta de que había leudado demasiado.
—¿Y a mí?
—A vos te agarraron los Amish y te hicieron una afeitada total de tus partes íntimas.
De repente, sentí comezón en el tímpano.
—Esto está muy raro— me dijo.
—¿Porque no nos vamos a vivir juntos?— le pregunté mientras me rascaba la oreja.
—No es el momento para hablar de lo nuestro, hay que detener a esa banda de amish terroristas que comen carne humana.
-Je je si es que pueden detenernos... DIJO UNA SINIESTRA VOZ

Tomás Grounauer dijo...

Al abrir los ojos, me di cuenta de que no estaba en mi cama como creía. Había mucha luz y colores que lastimaban mis ojos. “¡La puta!”, pensé, “todavía sigo en la discoteca”.
Para colmo están pasando música ochentosa. Una chica imita a Madonna y capta la atención de todos, inclusive al DJ, que muy sorprendido le dijo con lenguaje de señas: te sale mejor Michael Jackson...
“¿Por qué me duele todo?”, me pregunto mientras me pongo de pie. Un amigo me ayuda a levantarme.
“Gracias, Walter” le digo con un hilo de voz, “¿me podés explicar qué pasó?”
—Pasó lo que más temíamos. No hubo forma de evitarlo, fueron más rápidos que nosotros.
—¿Esto es sangre?— le pregunté señalando su camisa.
—Sí, es de Julia.
Lo miré extrañado, nunca antes lo había visto llorar.
—¿Cómo fue?
—Amasando pizzas... revoleó una al techo y no se dio cuenta de que había leudado demasiado.
—¿Y a mí?
—A vos te agarraron los Amish y te hicieron una afeitada total de tus partes íntimas.
De repente, sentí comezón en el tímpano.
—Esto está muy raro— me dijo.
—¿Porque no nos vamos a vivir juntos?— le pregunté mientras me rascaba la oreja.
—No es el momento para hablar de lo nuestro, hay que detener a esa banda de amish terroristas que comen carne humana.
-Je je si es que pueden detenernos..., dijo una siniestra voz DESDE EL ALTOPARLANTE

Psicodélica star dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Psicodélica star dijo...

Al abrir los ojos, me di cuenta de que no estaba en mi cama como creía. Había mucha luz y colores que lastimaban mis ojos. “¡La puta!”, pensé, “todavía sigo en la discoteca”.
Para colmo están pasando música ochentosa. Una chica imita a Madonna y capta la atención de todos, inclusive al DJ, que muy sorprendido le dijo con lenguaje de señas: te sale mejor Michael Jackson...
“¿Por qué me duele todo?”, me pregunto mientras me pongo de pie. Un amigo me ayuda a levantarme.
“Gracias, Walter” le digo con un hilo de voz, “¿me podés explicar qué pasó?”
—Pasó lo que más temíamos. No hubo forma de evitarlo, fueron más rápidos que nosotros.
—¿Esto es sangre?— le pregunté señalando su camisa.
—Sí, es de Julia.
Lo miré extrañado, nunca antes lo había visto llorar.
—¿Cómo fue?
—Amasando pizzas... revoleó una al techo y no se dio cuenta de que había leudado demasiado.
—¿Y a mí?
—A vos te agarraron los Amish y te hicieron una afeitada total de tus partes íntimas.
De repente, sentí comezón en el tímpano.
—Esto está muy raro— me dijo.
—¿Porque no nos vamos a vivir juntos?— le pregunté mientras me rascaba la oreja.
—No es el momento para hablar de lo nuestro, hay que detener a esa banda de amish terroristas que comen carne humana.
-Je je, si es que pueden detenernos, dijo una siniestra voz desde el altoparlante.

CADA VEZ QUE DESPERTABA

Guagner dijo...

Al abrir los ojos, me di cuenta de que no estaba en mi cama como creía. Había mucha luz y colores que lastimaban mis ojos. “¡La puta!”, pensé, “todavía sigo en la discoteca”.
Para colmo están pasando música ochentosa. Una chica imita a Madonna y capta la atención de todos, inclusive al DJ, que muy sorprendido le dijo con lenguaje de señas: te sale mejor Michael Jackson...
“¿Por qué me duele todo?”, me pregunto mientras me pongo de pie. Un amigo me ayuda a levantarme.
“Gracias, Walter” le digo con un hilo de voz, “¿me podés explicar qué pasó?”
—Pasó lo que más temíamos. No hubo forma de evitarlo, fueron más rápidos que nosotros.
—¿Esto es sangre?— le pregunté señalando su camisa.
—Sí, es de Julia.
Lo miré extrañado, nunca antes lo había visto llorar.
—¿Cómo fue?
—Amasando pizzas... revoleó una al techo y no se dio cuenta de que había leudado demasiado.
—¿Y a mí?
—A vos te agarraron los Amish y te hicieron una afeitada total de tus partes íntimas.
De repente, sentí comezón en el tímpano.
—Esto está muy raro— me dijo.
—¿Porque no nos vamos a vivir juntos?— le pregunté mientras me rascaba la oreja.
—No es el momento para hablar de lo nuestro, hay que detener a esa banda de amish terroristas que comen carne humana.
-Je je, si es que pueden detenernos, dijo una siniestra voz desde el altoparlante.

Cada vez que despertaba ME ACORDABA DE ESE MOMENTO

Carpe diem dijo...

Al abrir los ojos, me di cuenta de que no estaba en mi cama como creía. Había mucha luz y colores que lastimaban mis ojos. “¡La puta!”, pensé, “todavía sigo en la discoteca”.
Para colmo están pasando música ochentosa. Una chica imita a Madonna y capta la atención de todos, inclusive al DJ, que muy sorprendido le dijo con lenguaje de señas: te sale mejor Michael Jackson...
“¿Por qué me duele todo?”, me pregunto mientras me pongo de pie. Un amigo me ayuda a levantarme.
“Gracias, Walter” le digo con un hilo de voz, “¿me podés explicar qué pasó?”
—Pasó lo que más temíamos. No hubo forma de evitarlo, fueron más rápidos que nosotros.
—¿Esto es sangre?— le pregunté señalando su camisa.
—Sí, es de Julia.
Lo miré extrañado, nunca antes lo había visto llorar.
—¿Cómo fue?
—Amasando pizzas... revoleó una al techo y no se dio cuenta de que había leudado demasiado.
—¿Y a mí?
—A vos te agarraron los Amish y te hicieron una afeitada total de tus partes íntimas.
De repente, sentí comezón en el tímpano.
—Esto está muy raro— me dijo.
—¿Porque no nos vamos a vivir juntos?— le pregunté mientras me rascaba la oreja.
—No es el momento para hablar de lo nuestro, hay que detener a esa banda de amish terroristas que comen carne humana.
-Je je, si es que pueden detenernos— dijo una siniestra voz desde el altoparlante.

Cada vez que despertaba me acordaba de ese momento ESPELUZNANTE, PERO NO ESTABA DORMIDO...

Tomás Grounauer dijo...

Al abrir los ojos, me di cuenta de que no estaba en mi cama como creía. Había mucha luz y colores que lastimaban mis ojos. “¡La puta!” —pensé— “todavía sigo en la discoteca”.
Para colmo están pasando música ochentosa. Una chica imita a Madonna y capta la atención de todos, inclusive al DJ, que muy sorprendido le dijo con lenguaje de señas: “Te sale mejor Michael Jackson”...
“¿Por qué me duele todo?” —me pregunto mientras me pongo de pie. Un amigo me ayuda a levantarme.
—Gracias, Walter —le digo con un hilo de voz— ¿Me podés explicar qué pasó?
—Pasó lo que más temíamos. No hubo forma de evitarlo, fueron más rápidos que nosotros.
—¿Esto es sangre? —le pregunté señalando su camisa.
—Sí, es de Julia.
Lo miré extrañado, nunca antes lo había visto llorar.
—¿Cómo fue?
—Amasando pizzas... revoleó una al techo y no se dio cuenta de que había leudado demasiado.
—¿Y a mí?
—A vos te agarraron los Amish y te hicieron una afeitada total de tus partes íntimas.
De repente, sentí comezón en el tímpano.
—Esto está muy raro —me dijo.
—¿Por qué no nos vamos a vivir juntos? —le pregunté mientras me rascaba la oreja.
—No es el momento para hablar de lo nuestro, hay que detener a esa banda de amish terroristas que comen carne humana.
—Je je, si es que pueden detenernos —dijo una siniestra voz desde el altoparlante.

Cada vez que despertaba me acordaba de ese momento espeluznante, pero no estaba dormido... "Doctor, Doctor, se quedó dormido?", ME PREGUNTO LA ENFERMERA WHITE

Guagner dijo...

Al abrir los ojos, me di cuenta de que no estaba en mi cama como creía. Había mucha luz y colores que lastimaban mis ojos. “¡La puta!” —pensé— “todavía sigo en la discoteca”.
Para colmo están pasando música ochentosa. Una chica imita a Madonna y capta la atención de todos, inclusive al DJ, que muy sorprendido le dijo con lenguaje de señas: “Te sale mejor Michael Jackson”...
“¿Por qué me duele todo?” —me pregunto mientras me pongo de pie. Un amigo me ayuda a levantarme.
—Gracias, Walter —le digo con un hilo de voz— ¿Me podés explicar qué pasó?
—Pasó lo que más temíamos. No hubo forma de evitarlo, fueron más rápidos que nosotros.
—¿Esto es sangre? —le pregunté señalando su camisa.
—Sí, es de Julia.
Lo miré extrañado, nunca antes lo había visto llorar.
—¿Cómo fue?
—Amasando pizzas... revoleó una al techo y no se dio cuenta de que había leudado demasiado.
—¿Y a mí?
—A vos te agarraron los Amish y te hicieron una afeitada total de tus partes íntimas.
De repente, sentí comezón en el tímpano.
—Esto está muy raro —me dijo.
—¿Por qué no nos vamos a vivir juntos? —le pregunté mientras me rascaba la oreja.
—No es el momento para hablar de lo nuestro, hay que detener a esa banda de amish terroristas que comen carne humana.
—Je je, si es que pueden detenernos —dijo una siniestra voz desde el altoparlante.

Cada vez que despertaba me acordaba de ese momento espeluznante, pero no estaba dormido... "Doctor, Doctor, se quedó dormido?", me preguntó la enfermera White.

CAPÍTULO 2
JOHN HART Y

Tomás Grounauer dijo...

Al abrir los ojos, me di cuenta de que no estaba en mi cama como creía. Había mucha luz y colores que lastimaban mis ojos. “¡La puta!” —pensé— “todavía sigo en la discoteca”.
Para colmo están pasando música ochentosa. Una chica imita a Madonna y capta la atención de todos, inclusive al DJ, que muy sorprendido le dijo con lenguaje de señas: “Te sale mejor Michael Jackson”...
“¿Por qué me duele todo?” —me pregunto mientras me pongo de pie. Un amigo me ayuda a levantarme.
—Gracias, Walter —le digo con un hilo de voz— ¿Me podés explicar qué pasó?
—Pasó lo que más temíamos. No hubo forma de evitarlo, fueron más rápidos que nosotros.
—¿Esto es sangre? —le pregunté señalando su camisa.
—Sí, es de Julia.
Lo miré extrañado, nunca antes lo había visto llorar.
—¿Cómo fue?
—Amasando pizzas... revoleó una al techo y no se dio cuenta de que había leudado demasiado.
—¿Y a mí?
—A vos te agarraron los Amish y te hicieron una afeitada total de tus partes íntimas.
De repente, sentí comezón en el tímpano.
—Esto está muy raro —me dijo.
—¿Por qué no nos vamos a vivir juntos? —le pregunté mientras me rascaba la oreja.
—No es el momento para hablar de lo nuestro, hay que detener a esa banda de amish terroristas que comen carne humana.
—Je je, si es que pueden detenernos —dijo una siniestra voz desde el altoparlante.

Cada vez que despertaba me acordaba de ese momento espeluznante, pero no estaba dormido... "Doctor, Doctor, se quedó dormido?", me preguntó la enfermera White.

Capítulo 2
John Hart y EL MISTERIO DE LOS OCTAEDROS

Guagner dijo...

Al abrir los ojos, me di cuenta de que no estaba en mi cama como creía. Había mucha luz y colores que lastimaban mis ojos. “¡La puta!” —pensé— “todavía sigo en la discoteca”.
Para colmo están pasando música ochentosa. Una chica imita a Madonna y capta la atención de todos, inclusive al DJ, que muy sorprendido le dijo con lenguaje de señas: “Te sale mejor Michael Jackson”...
“¿Por qué me duele todo?” —me pregunto mientras me pongo de pie. Un amigo me ayuda a levantarme.
—Gracias, Walter —le digo con un hilo de voz— ¿Me podés explicar qué pasó?
—Pasó lo que más temíamos. No hubo forma de evitarlo, fueron más rápidos que nosotros.
—¿Esto es sangre? —le pregunté señalando su camisa.
—Sí, es de Julia.
Lo miré extrañado, nunca antes lo había visto llorar.
—¿Cómo fue?
—Amasando pizzas... revoleó una al techo y no se dio cuenta de que había leudado demasiado.
—¿Y a mí?
—A vos te agarraron los Amish y te hicieron una afeitada total de tus partes íntimas.
De repente, sentí comezón en el tímpano.
—Esto está muy raro —me dijo.
—¿Por qué no nos vamos a vivir juntos? —le pregunté mientras me rascaba la oreja.
—No es el momento para hablar de lo nuestro, hay que detener a esa banda de amish terroristas que comen carne humana.
—Je je, si es que pueden detenernos —dijo una siniestra voz desde el altoparlante.

Cada vez que despertaba me acordaba de ese momento espeluznante, pero no estaba dormido... "Doctor, Doctor, se quedó dormido?", me preguntó la enfermera White.

Capítulo 2
John Hart y el misterio de los octaedros
LLOVÍA COPIOSAMENTE SOBRE LONDRES

Psicodélica star dijo...

Al abrir los ojos, me di cuenta de que no estaba en mi cama como creía. Había mucha luz y colores que lastimaban mis ojos. “¡La puta!” —pensé— “todavía sigo en la discoteca”.
Para colmo están pasando música ochentosa. Una chica imita a Madonna y capta la atención de todos, inclusive al DJ, que muy sorprendido le dijo con lenguaje de señas: “Te sale mejor Michael Jackson”...
“¿Por qué me duele todo?” —me pregunto mientras me pongo de pie. Un amigo me ayuda a levantarme.
—Gracias, Walter —le digo con un hilo de voz— ¿Me podés explicar qué pasó?
—Pasó lo que más temíamos. No hubo forma de evitarlo, fueron más rápidos que nosotros.
—¿Esto es sangre? —le pregunté señalando su camisa.
—Sí, es de Julia.
Lo miré extrañado, nunca antes lo había visto llorar.
—¿Cómo fue?
—Amasando pizzas... revoleó una al techo y no se dio cuenta de que había leudado demasiado.
—¿Y a mí?
—A vos te agarraron los Amish y te hicieron una afeitada total de tus partes íntimas.
De repente, sentí comezón en el tímpano.
—Esto está muy raro —me dijo.
—¿Por qué no nos vamos a vivir juntos? —le pregunté mientras me rascaba la oreja.
—No es el momento para hablar de lo nuestro, hay que detener a esa banda de amish terroristas que comen carne humana.
—Je je, si es que pueden detenernos —dijo una siniestra voz desde el altoparlante.

Cada vez que despertaba me acordaba de ese momento espeluznante, pero no estaba dormido... "Doctor, Doctor, se quedó dormido?", me preguntó la enfermera White.

Capítulo 2
John Hart y el misterio de los octaedros
Llovía copiosamente sobre Londres, PERO YO ESTABA EN GERLI

Tomás Grounauer dijo...

Al abrir los ojos, me di cuenta de que no estaba en mi cama como creía. Había mucha luz y colores que lastimaban mis ojos. “¡La puta!” —pensé— “todavía sigo en la discoteca”.
Para colmo están pasando música ochentosa. Una chica imita a Madonna y capta la atención de todos, inclusive al DJ, que muy sorprendido le dijo con lenguaje de señas: “Te sale mejor Michael Jackson”...
“¿Por qué me duele todo?” —me pregunto mientras me pongo de pie. Un amigo me ayuda a levantarme.
—Gracias, Walter —le digo con un hilo de voz— ¿Me podés explicar qué pasó?
—Pasó lo que más temíamos. No hubo forma de evitarlo, fueron más rápidos que nosotros.
—¿Esto es sangre? —le pregunté señalando su camisa.
—Sí, es de Julia.
Lo miré extrañado, nunca antes lo había visto llorar.
—¿Cómo fue?
—Amasando pizzas... revoleó una al techo y no se dio cuenta de que había leudado demasiado.
—¿Y a mí?
—A vos te agarraron los Amish y te hicieron una afeitada total de tus partes íntimas.
De repente, sentí comezón en el tímpano.
—Esto está muy raro —me dijo.
—¿Por qué no nos vamos a vivir juntos? —le pregunté mientras me rascaba la oreja.
—No es el momento para hablar de lo nuestro, hay que detener a esa banda de amish terroristas que comen carne humana.
—Je je, si es que pueden detenernos —dijo una siniestra voz desde el altoparlante.

Cada vez que despertaba me acordaba de ese momento espeluznante, pero no estaba dormido... "Doctor, Doctor, se quedó dormido?", me preguntó la enfermera White.

Capítulo 2
John Hart y el misterio de los octaedros
Llovía copiosamente sobre Londres, pero yo estaba en Gerli. EL DIARIO DECIA: "UN MISTERIOSO

Guagner dijo...

Al abrir los ojos, me di cuenta de que no estaba en mi cama como creía. Había mucha luz y colores que lastimaban mis ojos. “¡La puta!” —pensé— “todavía sigo en la discoteca”.
Para colmo están pasando música ochentosa. Una chica imita a Madonna y capta la atención de todos, inclusive al DJ, que muy sorprendido le dijo con lenguaje de señas: “Te sale mejor Michael Jackson”...
“¿Por qué me duele todo?” —me pregunto mientras me pongo de pie. Un amigo me ayuda a levantarme.
—Gracias, Walter —le digo con un hilo de voz— ¿Me podés explicar qué pasó?
—Pasó lo que más temíamos. No hubo forma de evitarlo, fueron más rápidos que nosotros.
—¿Esto es sangre? —le pregunté señalando su camisa.
—Sí, es de Julia.
Lo miré extrañado, nunca antes lo había visto llorar.
—¿Cómo fue?
—Amasando pizzas... revoleó una al techo y no se dio cuenta de que había leudado demasiado.
—¿Y a mí?
—A vos te agarraron los Amish y te hicieron una afeitada total de tus partes íntimas.
De repente, sentí comezón en el tímpano.
—Esto está muy raro —me dijo.
—¿Por qué no nos vamos a vivir juntos? —le pregunté mientras me rascaba la oreja.
—No es el momento para hablar de lo nuestro, hay que detener a esa banda de amish terroristas que comen carne humana.
—Je je, si es que pueden detenernos —dijo una siniestra voz desde el altoparlante.

Cada vez que despertaba me acordaba de ese momento espeluznante, pero no estaba dormido... "Doctor, Doctor, se quedó dormido?", me preguntó la enfermera White.

Capítulo 2
John Hart y el misterio de los octaedros
Llovía copiosamente sobre Londres, pero yo estaba en Gerli. El diario decía: "Un misterioso DUENDE ATACÓ AL GANADO CAPRINO

Tomás Grounauer dijo...

Al abrir los ojos, me di cuenta de que no estaba en mi cama como creía. Había mucha luz y colores que lastimaban mis ojos. “¡La puta!” —pensé— “todavía sigo en la discoteca”.
Para colmo están pasando música ochentosa. Una chica imita a Madonna y capta la atención de todos, inclusive al DJ, que muy sorprendido le dijo con lenguaje de señas: “Te sale mejor Michael Jackson”...
“¿Por qué me duele todo?” —me pregunto mientras me pongo de pie. Un amigo me ayuda a levantarme.
—Gracias, Walter —le digo con un hilo de voz— ¿Me podés explicar qué pasó?
—Pasó lo que más temíamos. No hubo forma de evitarlo, fueron más rápidos que nosotros.
—¿Esto es sangre? —le pregunté señalando su camisa.
—Sí, es de Julia.
Lo miré extrañado, nunca antes lo había visto llorar.
—¿Cómo fue?
—Amasando pizzas... revoleó una al techo y no se dio cuenta de que había leudado demasiado.
—¿Y a mí?
—A vos te agarraron los Amish y te hicieron una afeitada total de tus partes íntimas.
De repente, sentí comezón en el tímpano.
—Esto está muy raro —me dijo.
—¿Por qué no nos vamos a vivir juntos? —le pregunté mientras me rascaba la oreja.
—No es el momento para hablar de lo nuestro, hay que detener a esa banda de amish terroristas que comen carne humana.
—Je je, si es que pueden detenernos —dijo una siniestra voz desde el altoparlante.

Cada vez que despertaba me acordaba de ese momento espeluznante, pero no estaba dormido... "Doctor, Doctor, se quedó dormido?", me preguntó la enfermera White.

Capítulo 2
John Hart y el misterio de los octaedros
Llovía copiosamente sobre Londres, pero yo estaba en Gerli. El diario decía: "Un misterioso duende atacó al ganado caprino - FOTOS EXCLUSIVAS". Tras leer el

Guagner dijo...

Al abrir los ojos, me di cuenta de que no estaba en mi cama como creía. Había mucha luz y colores que lastimaban mis ojos. “¡La puta!” —pensé— “todavía sigo en la discoteca”.
Para colmo están pasando música ochentosa. Una chica imita a Madonna y capta la atención de todos, inclusive al DJ, que muy sorprendido le dijo con lenguaje de señas: “Te sale mejor Michael Jackson”...
“¿Por qué me duele todo?” —me pregunto mientras me pongo de pie. Un amigo me ayuda a levantarme.
—Gracias, Walter —le digo con un hilo de voz— ¿Me podés explicar qué pasó?
—Pasó lo que más temíamos. No hubo forma de evitarlo, fueron más rápidos que nosotros.
—¿Esto es sangre? —le pregunté señalando su camisa.
—Sí, es de Julia.
Lo miré extrañado, nunca antes lo había visto llorar.
—¿Cómo fue?
—Amasando pizzas... revoleó una al techo y no se dio cuenta de que había leudado demasiado.
—¿Y a mí?
—A vos te agarraron los Amish y te hicieron una afeitada total de tus partes íntimas.
De repente, sentí comezón en el tímpano.
—Esto está muy raro —me dijo.
—¿Por qué no nos vamos a vivir juntos? —le pregunté mientras me rascaba la oreja.
—No es el momento para hablar de lo nuestro, hay que detener a esa banda de amish terroristas que comen carne humana.
—Je je, si es que pueden detenernos —dijo una siniestra voz desde el altoparlante.

Cada vez que despertaba me acordaba de ese momento espeluznante, pero no estaba dormido... "Doctor, Doctor, se quedó dormido?", me preguntó la enfermera White.

Capítulo 2
John Hart y el misterio de los octaedros
Llovía copiosamente sobre Londres, pero yo estaba en Gerli. El diario decía: "Un misterioso duende atacó al ganado caprino - FOTOS EXCLUSIVAS". Tras leer el encabezado, encendí un cigarrillo

Tomás Grounauer dijo...

Al abrir los ojos, me di cuenta de que no estaba en mi cama como creía. Había mucha luz y colores que lastimaban mis ojos. “¡La puta!” —pensé— “todavía sigo en la discoteca”.
Para colmo están pasando música ochentosa. Una chica imita a Madonna y capta la atención de todos, inclusive al DJ, que muy sorprendido le dijo con lenguaje de señas: “Te sale mejor Michael Jackson”...
“¿Por qué me duele todo?” —me pregunto mientras me pongo de pie. Un amigo me ayuda a levantarme.
—Gracias, Walter —le digo con un hilo de voz— ¿Me podés explicar qué pasó?
—Pasó lo que más temíamos. No hubo forma de evitarlo, fueron más rápidos que nosotros.
—¿Esto es sangre? —le pregunté señalando su camisa.
—Sí, es de Julia.
Lo miré extrañado, nunca antes lo había visto llorar.
—¿Cómo fue?
—Amasando pizzas... revoleó una al techo y no se dio cuenta de que había leudado demasiado.
—¿Y a mí?
—A vos te agarraron los Amish y te hicieron una afeitada total de tus partes íntimas.
De repente, sentí comezón en el tímpano.
—Esto está muy raro —me dijo.
—¿Por qué no nos vamos a vivir juntos? —le pregunté mientras me rascaba la oreja.
—No es el momento para hablar de lo nuestro, hay que detener a esa banda de amish terroristas que comen carne humana.
—Je je, si es que pueden detenernos —dijo una siniestra voz desde el altoparlante.

Cada vez que despertaba me acordaba de ese momento espeluznante, pero no estaba dormido... "Doctor, Doctor, se quedó dormido?", me preguntó la enfermera White.

Capítulo 2
John Hart y el misterio de los octaedros
Llovía copiosamente sobre Londres, pero yo estaba en Gerli. El diario decía: "Un misterioso duende atacó al ganado caprino - FOTOS EXCLUSIVAS". Tras leer el encabezado, encendí un cigarrillo, PREOCUPADO, EL ASUNTO ME INVOLUCRABA

Guagner dijo...

Al abrir los ojos, me di cuenta de que no estaba en mi cama como creía. Había mucha luz y colores que lastimaban mis ojos. “¡La puta!” —pensé— “todavía sigo en la discoteca”.
Para colmo están pasando música ochentosa. Una chica imita a Madonna y capta la atención de todos, inclusive al DJ, que muy sorprendido le dijo con lenguaje de señas: “Te sale mejor Michael Jackson”...
“¿Por qué me duele todo?” —me pregunto mientras me pongo de pie. Un amigo me ayuda a levantarme.
—Gracias, Walter —le digo con un hilo de voz— ¿Me podés explicar qué pasó?
—Pasó lo que más temíamos. No hubo forma de evitarlo, fueron más rápidos que nosotros.
—¿Esto es sangre? —le pregunté señalando su camisa.
—Sí, es de Julia.
Lo miré extrañado, nunca antes lo había visto llorar.
—¿Cómo fue?
—Amasando pizzas... revoleó una al techo y no se dio cuenta de que había leudado demasiado.
—¿Y a mí?
—A vos te agarraron los Amish y te hicieron una afeitada total de tus partes íntimas.
De repente, sentí comezón en el tímpano.
—Esto está muy raro —me dijo.
—¿Por qué no nos vamos a vivir juntos? —le pregunté mientras me rascaba la oreja.
—No es el momento para hablar de lo nuestro, hay que detener a esa banda de amish terroristas que comen carne humana.
—Je je, si es que pueden detenernos —dijo una siniestra voz desde el altoparlante.

Cada vez que despertaba me acordaba de ese momento espeluznante, pero no estaba dormido... "Doctor, Doctor, se quedó dormido?", me preguntó la enfermera White.

Capítulo 2
John Hart y el misterio de los octaedros
Llovía copiosamente sobre Londres, pero yo estaba en Gerli. El diario decía: "Un misterioso duende atacó al ganado caprino - FOTOS EXCLUSIVAS". Tras leer el encabezado, encendí un cigarrillo, preocupado, el asunto me involucraba.
MONTÉ EN MI CABALLO Y

Psicodélica star dijo...

Al abrir los ojos, me di cuenta de que no estaba en mi cama como creía. Había mucha luz y colores que lastimaban mis ojos. “¡La puta!” —pensé— “todavía sigo en la discoteca”.
Para colmo están pasando música ochentosa. Una chica imita a Madonna y capta la atención de todos, inclusive al DJ, que muy sorprendido le dijo con lenguaje de señas: “Te sale mejor Michael Jackson”...
“¿Por qué me duele todo?” —me pregunto mientras me pongo de pie. Un amigo me ayuda a levantarme.
—Gracias, Walter —le digo con un hilo de voz— ¿Me podés explicar qué pasó?
—Pasó lo que más temíamos. No hubo forma de evitarlo, fueron más rápidos que nosotros.
—¿Esto es sangre? —le pregunté señalando su camisa.
—Sí, es de Julia.
Lo miré extrañado, nunca antes lo había visto llorar.
—¿Cómo fue?
—Amasando pizzas... revoleó una al techo y no se dio cuenta de que había leudado demasiado.
—¿Y a mí?
—A vos te agarraron los Amish y te hicieron una afeitada total de tus partes íntimas.
De repente, sentí comezón en el tímpano.
—Esto está muy raro —me dijo.
—¿Por qué no nos vamos a vivir juntos? —le pregunté mientras me rascaba la oreja.
—No es el momento para hablar de lo nuestro, hay que detener a esa banda de amish terroristas que comen carne humana.
—Je je, si es que pueden detenernos —dijo una siniestra voz desde el altoparlante.

Cada vez que despertaba me acordaba de ese momento espeluznante, pero no estaba dormido... "Doctor, Doctor, se quedó dormido?", me preguntó la enfermera White.

Capítulo 2
John Hart y el misterio de los octaedros
Llovía copiosamente sobre Londres, pero yo estaba en Gerli. El diario decía: "Un misterioso duende atacó al ganado caprino - FOTOS EXCLUSIVAS". Tras leer el encabezado, encendí un cigarrillo, preocupado, el asunto me involucraba.
Monté en mi caballo y ME DORMÍ UNA SIESTA.

Tomás Grounauer dijo...

Al abrir los ojos, me di cuenta de que no estaba en mi cama como creía. Había mucha luz y colores que lastimaban mis ojos. “¡La puta!” —pensé— “todavía sigo en la discoteca”.
Para colmo están pasando música ochentosa. Una chica imita a Madonna y capta la atención de todos, inclusive al DJ, que muy sorprendido le dijo con lenguaje de señas: “Te sale mejor Michael Jackson”...
“¿Por qué me duele todo?” —me pregunto mientras me pongo de pie. Un amigo me ayuda a levantarme.
—Gracias, Walter —le digo con un hilo de voz— ¿Me podés explicar qué pasó?
—Pasó lo que más temíamos. No hubo forma de evitarlo, fueron más rápidos que nosotros.
—¿Esto es sangre? —le pregunté señalando su camisa.
—Sí, es de Julia.
Lo miré extrañado, nunca antes lo había visto llorar.
—¿Cómo fue?
—Amasando pizzas... revoleó una al techo y no se dio cuenta de que había leudado demasiado.
—¿Y a mí?
—A vos te agarraron los Amish y te hicieron una afeitada total de tus partes íntimas.
De repente, sentí comezón en el tímpano.
—Esto está muy raro —me dijo.
—¿Por qué no nos vamos a vivir juntos? —le pregunté mientras me rascaba la oreja.
—No es el momento para hablar de lo nuestro, hay que detener a esa banda de amish terroristas que comen carne humana.
—Je je, si es que pueden detenernos —dijo una siniestra voz desde el altoparlante.

Cada vez que despertaba me acordaba de ese momento espeluznante, pero no estaba dormido... "Doctor, Doctor, se quedó dormido?", me preguntó la enfermera White.

Capítulo 2
John Hart y el misterio de los octaedros
Llovía copiosamente sobre Londres, pero yo estaba en Gerli. El diario decía: "Un misterioso duende atacó al ganado caprino - FOTOS EXCLUSIVAS". Tras leer el encabezado, encendí un cigarrillo, preocupado, el asunto me involucraba.
Monté en mi caballo y me dormí una siesta. EL ANIMAL GALOPÓ, CONMIGO DORMIDO,

Guagner dijo...

Al abrir los ojos, me di cuenta de que no estaba en mi cama como creía. Había mucha luz y colores que lastimaban mis ojos. “¡La puta!” —pensé— “todavía sigo en la discoteca”.
Para colmo están pasando música ochentosa. Una chica imita a Madonna y capta la atención de todos, inclusive al DJ, que muy sorprendido le dijo con lenguaje de señas: “Te sale mejor Michael Jackson”...
“¿Por qué me duele todo?” —me pregunto mientras me pongo de pie. Un amigo me ayuda a levantarme.
—Gracias, Walter —le digo con un hilo de voz— ¿Me podés explicar qué pasó?
—Pasó lo que más temíamos. No hubo forma de evitarlo, fueron más rápidos que nosotros.
—¿Esto es sangre? —le pregunté señalando su camisa.
—Sí, es de Julia.
Lo miré extrañado, nunca antes lo había visto llorar.
—¿Cómo fue?
—Amasando pizzas... revoleó una al techo y no se dio cuenta de que había leudado demasiado.
—¿Y a mí?
—A vos te agarraron los Amish y te hicieron una afeitada total de tus partes íntimas.
De repente, sentí comezón en el tímpano.
—Esto está muy raro —me dijo.
—¿Por qué no nos vamos a vivir juntos? —le pregunté mientras me rascaba la oreja.
—No es el momento para hablar de lo nuestro, hay que detener a esa banda de amish terroristas que comen carne humana.
—Je je, si es que pueden detenernos —dijo una siniestra voz desde el altoparlante.

Cada vez que despertaba me acordaba de ese momento espeluznante, pero no estaba dormido... "Doctor, Doctor, se quedó dormido?", me preguntó la enfermera White.

Capítulo 2
John Hart y el misterio de los octaedros
Llovía copiosamente sobre Londres, pero yo estaba en Gerli. El diario decía: "Un misterioso duende atacó al ganado caprino - FOTOS EXCLUSIVAS". Tras leer el encabezado, encendí un cigarrillo, preocupado, el asunto me involucraba.
Monté en mi caballo y me dormí una siesta. el animal galopó, conmigo dormido, ÉL SABÍA SU CAMINO

Tomás Grounauer dijo...

Al abrir los ojos, me di cuenta de que no estaba en mi cama como creía. Había mucha luz y colores que lastimaban mis ojos. “¡La puta!” —pensé— “todavía sigo en la discoteca”.
Para colmo están pasando música ochentosa. Una chica imita a Madonna y capta la atención de todos, inclusive al DJ, que muy sorprendido le dijo con lenguaje de señas: “Te sale mejor Michael Jackson”...
“¿Por qué me duele todo?” —me pregunto mientras me pongo de pie. Un amigo me ayuda a levantarme.
—Gracias, Walter —le digo con un hilo de voz— ¿Me podés explicar qué pasó?
—Pasó lo que más temíamos. No hubo forma de evitarlo, fueron más rápidos que nosotros.
—¿Esto es sangre? —le pregunté señalando su camisa.
—Sí, es de Julia.
Lo miré extrañado, nunca antes lo había visto llorar.
—¿Cómo fue?
—Amasando pizzas... revoleó una al techo y no se dio cuenta de que había leudado demasiado.
—¿Y a mí?
—A vos te agarraron los Amish y te hicieron una afeitada total de tus partes íntimas.
De repente, sentí comezón en el tímpano.
—Esto está muy raro —me dijo.
—¿Por qué no nos vamos a vivir juntos? —le pregunté mientras me rascaba la oreja.
—No es el momento para hablar de lo nuestro, hay que detener a esa banda de amish terroristas que comen carne humana.
—Je je, si es que pueden detenernos —dijo una siniestra voz desde el altoparlante.

Cada vez que despertaba me acordaba de ese momento espeluznante, pero no estaba dormido... "Doctor, Doctor, se quedó dormido?", me preguntó la enfermera White.

Capítulo 2
John Hart y el misterio de los octaedros
Llovía copiosamente sobre Londres, pero yo estaba en Gerli. El diario decía: "Un misterioso duende atacó al ganado caprino - FOTOS EXCLUSIVAS". Tras leer el encabezado, encendí un cigarrillo, preocupado, el asunto me involucraba.
Monté en mi caballo y me dormí una siesta. el animal galopó, conmigo dormido, él sabía su camino Y ME CONDUJO AL HIPODROMO

Carpe diem dijo...

Al abrir los ojos, me di cuenta de que no estaba en mi cama como creía. Había mucha luz y colores que lastimaban mis ojos. “¡La puta!” —pensé— “todavía sigo en la discoteca”.
Para colmo están pasando música ochentosa. Una chica imita a Madonna y capta la atención de todos, inclusive al DJ, que muy sorprendido le dijo con lenguaje de señas: “Te sale mejor Michael Jackson”...
“¿Por qué me duele todo?” —me pregunto mientras me pongo de pie. Un amigo me ayuda a levantarme.
—Gracias, Walter —le digo con un hilo de voz— ¿Me podés explicar qué pasó?
—Pasó lo que más temíamos. No hubo forma de evitarlo, fueron más rápidos que nosotros.
—¿Esto es sangre? —le pregunté señalando su camisa.
—Sí, es de Julia.
Lo miré extrañado, nunca antes lo había visto llorar.
—¿Cómo fue?
—Amasando pizzas... revoleó una al techo y no se dio cuenta de que había leudado demasiado.
—¿Y a mí?
—A vos te agarraron los Amish y te hicieron una afeitada total de tus partes íntimas.
De repente, sentí comezón en el tímpano.
—Esto está muy raro —me dijo.
—¿Por qué no nos vamos a vivir juntos? —le pregunté mientras me rascaba la oreja.
—No es el momento para hablar de lo nuestro, hay que detener a esa banda de amish terroristas que comen carne humana.
—Je je, si es que pueden detenernos —dijo una siniestra voz desde el altoparlante.

Cada vez que despertaba me acordaba de ese momento espeluznante, pero no estaba dormido... "Doctor, Doctor, se quedó dormido?", me preguntó la enfermera White.

Capítulo 2
John Hart y el misterio de los octaedros

Llovía copiosamente sobre Londres, pero yo estaba en Gerli. El diario decía: “Un misterioso duende atacó al ganado caprino - FOTOS EXCLUSIVAS”. Tras leer el encabezado, encendí un cigarrillo, preocupado, el asunto me involucraba.
Monté en mi caballo y me dormí una siesta. El animal galopó, conmigo dormido, él sabía su camino y me condujo al hipódromo. GANÉ UNOS MORLACOS Y PUDE

Guagner dijo...

Al abrir los ojos, me di cuenta de que no estaba en mi cama como creía. Había mucha luz y colores que lastimaban mis ojos. “¡La puta!” —pensé— “todavía sigo en la discoteca”.
Para colmo están pasando música ochentosa. Una chica imita a Madonna y capta la atención de todos, inclusive al DJ, que muy sorprendido le dijo con lenguaje de señas: “Te sale mejor Michael Jackson”...
“¿Por qué me duele todo?” —me pregunto mientras me pongo de pie. Un amigo me ayuda a levantarme.
—Gracias, Walter —le digo con un hilo de voz— ¿Me podés explicar qué pasó?
—Pasó lo que más temíamos. No hubo forma de evitarlo, fueron más rápidos que nosotros.
—¿Esto es sangre? —le pregunté señalando su camisa.
—Sí, es de Julia.
Lo miré extrañado, nunca antes lo había visto llorar.
—¿Cómo fue?
—Amasando pizzas... revoleó una al techo y no se dio cuenta de que había leudado demasiado.
—¿Y a mí?
—A vos te agarraron los Amish y te hicieron una afeitada total de tus partes íntimas.
De repente, sentí comezón en el tímpano.
—Esto está muy raro —me dijo.
—¿Por qué no nos vamos a vivir juntos? —le pregunté mientras me rascaba la oreja.
—No es el momento para hablar de lo nuestro, hay que detener a esa banda de amish terroristas que comen carne humana.
—Je je, si es que pueden detenernos —dijo una siniestra voz desde el altoparlante.

Cada vez que despertaba me acordaba de ese momento espeluznante, pero no estaba dormido... "Doctor, Doctor, se quedó dormido?", me preguntó la enfermera White.

Capítulo 2
John Hart y el misterio de los octaedros

Llovía copiosamente sobre Londres, pero yo estaba en Gerli. El diario decía: “Un misterioso duende atacó al ganado caprino - FOTOS EXCLUSIVAS”. Tras leer el encabezado, encendí un cigarrillo, preocupado, el asunto me involucraba.
Monté en mi caballo y me dormí una siesta. El animal galopó, conmigo dormido, él sabía su camino y me condujo al hipódromo. Gané unos morlacos y pude COMPRARLE UN REGALO AL GURÍ

Marina dijo...

Al abrir los ojos, me di cuenta de que no estaba en mi cama como creía. Había mucha luz y colores que lastimaban mis ojos. “¡La puta!” —pensé— “todavía sigo en la discoteca”.
Para colmo están pasando música ochentosa. Una chica imita a Madonna y capta la atención de todos, inclusive al DJ, que muy sorprendido le dijo con lenguaje de señas: “Te sale mejor Michael Jackson”...
“¿Por qué me duele todo?” —me pregunto mientras me pongo de pie. Un amigo me ayuda a levantarme.
—Gracias, Walter —le digo con un hilo de voz— ¿Me podés explicar qué pasó?
—Pasó lo que más temíamos. No hubo forma de evitarlo, fueron más rápidos que nosotros.
—¿Esto es sangre? —le pregunté señalando su camisa.
—Sí, es de Julia.
Lo miré extrañado, nunca antes lo había visto llorar.
—¿Cómo fue?
—Amasando pizzas... revoleó una al techo y no se dio cuenta de que había leudado demasiado.
—¿Y a mí?
—A vos te agarraron los Amish y te hicieron una afeitada total de tus partes íntimas.
De repente, sentí comezón en el tímpano.
—Esto está muy raro —me dijo.
—¿Por qué no nos vamos a vivir juntos? —le pregunté mientras me rascaba la oreja.
—No es el momento para hablar de lo nuestro, hay que detener a esa banda de amish terroristas que comen carne humana.
—Je je, si es que pueden detenernos —dijo una siniestra voz desde el altoparlante.

Cada vez que despertaba me acordaba de ese momento espeluznante, pero no estaba dormido... "Doctor, Doctor, se quedó dormido?", me preguntó la enfermera White.

Capítulo 2
John Hart y el misterio de los octaedros

Llovía copiosamente sobre Londres, pero yo estaba en Gerli. El diario decía: “Un misterioso duende atacó al ganado caprino - FOTOS EXCLUSIVAS”. Tras leer el encabezado, encendí un cigarrillo, preocupado, el asunto me involucraba.
Monté en mi caballo y me dormí una siesta. El animal galopó, conmigo dormido, él sabía su camino y me condujo al hipódromo. Gané unos morlacos y pude comprarle un regalo al gurí, QUE ME MIRÓ CON CARA

Anónimo dijo...

Al abrir los ojos, me di cuenta de que no estaba en mi cama como creía. Había mucha luz y colores que lastimaban mis ojos. “¡La puta!” —pensé— “todavía sigo en la discoteca”.
Para colmo están pasando música ochentosa. Una chica imita a Madonna y capta la atención de todos, inclusive al DJ, que muy sorprendido le dijo con lenguaje de señas: “Te sale mejor Michael Jackson”...
“¿Por qué me duele todo?” —me pregunto mientras me pongo de pie. Un amigo me ayuda a levantarme.
—Gracias, Walter —le digo con un hilo de voz— ¿Me podés explicar qué pasó?
—Pasó lo que más temíamos. No hubo forma de evitarlo, fueron más rápidos que nosotros.
—¿Esto es sangre? —le pregunté señalando su camisa.
—Sí, es de Julia.
Lo miré extrañado, nunca antes lo había visto llorar.
—¿Cómo fue?
—Amasando pizzas... revoleó una al techo y no se dio cuenta de que había leudado demasiado.
—¿Y a mí?
—A vos te agarraron los Amish y te hicieron una afeitada total de tus partes íntimas.
De repente, sentí comezón en el tímpano.
—Esto está muy raro —me dijo.
—¿Por qué no nos vamos a vivir juntos? —le pregunté mientras me rascaba la oreja.
—No es el momento para hablar de lo nuestro, hay que detener a esa banda de amish terroristas que comen carne humana.
—Je je, si es que pueden detenernos —dijo una siniestra voz desde el altoparlante.

Cada vez que despertaba me acordaba de ese momento espeluznante, pero no estaba dormido... "Doctor, Doctor, se quedó dormido?", me preguntó la enfermera White.

Capítulo 2
John Hart y el misterio de los octaedros

Llovía copiosamente sobre Londres, pero yo estaba en Gerli. El diario decía: “Un misterioso duende atacó al ganado caprino - FOTOS EXCLUSIVAS”. Tras leer el encabezado, encendí un cigarrillo, preocupado, el asunto me involucraba.
Monté en mi caballo y me dormí una siesta. El animal galopó, conmigo dormido, él sabía su camino y me condujo al hipódromo. Gané unos morlacos y pude comprarle un regalo al gurí, que me miró con cara DE NABO.

Guagner dijo...

Al abrir los ojos, me di cuenta de que no estaba en mi cama como creía. Había mucha luz y colores que lastimaban mis ojos. “¡La puta!” —pensé— “todavía sigo en la discoteca”.
Para colmo están pasando música ochentosa. Una chica imita a Madonna y capta la atención de todos, inclusive al DJ, que muy sorprendido le dijo con lenguaje de señas: “Te sale mejor Michael Jackson”...
“¿Por qué me duele todo?” —me pregunto mientras me pongo de pie. Un amigo me ayuda a levantarme.
—Gracias, Walter —le digo con un hilo de voz— ¿Me podés explicar qué pasó?
—Pasó lo que más temíamos. No hubo forma de evitarlo, fueron más rápidos que nosotros.
—¿Esto es sangre? —le pregunté señalando su camisa.
—Sí, es de Julia.
Lo miré extrañado, nunca antes lo había visto llorar.
—¿Cómo fue?
—Amasando pizzas... revoleó una al techo y no se dio cuenta de que había leudado demasiado.
—¿Y a mí?
—A vos te agarraron los Amish y te hicieron una afeitada total de tus partes íntimas.
De repente, sentí comezón en el tímpano.
—Esto está muy raro —me dijo.
—¿Por qué no nos vamos a vivir juntos? —le pregunté mientras me rascaba la oreja.
—No es el momento para hablar de lo nuestro, hay que detener a esa banda de amish terroristas que comen carne humana.
—Je je, si es que pueden detenernos —dijo una siniestra voz desde el altoparlante.

Cada vez que despertaba me acordaba de ese momento espeluznante, pero no estaba dormido... "Doctor, Doctor, se quedó dormido?", me preguntó la enfermera White.

Capítulo 2
John Hart y el misterio de los octaedros

Llovía copiosamente sobre Londres, pero yo estaba en Gerli. El diario decía: “Un misterioso duende atacó al ganado caprino - FOTOS EXCLUSIVAS”. Tras leer el encabezado, encendí un cigarrillo, preocupado, el asunto me involucraba.
Monté en mi caballo y me dormí una siesta. El animal galopó, conmigo dormido, él sabía su camino y me condujo al hipódromo. Gané unos morlacos y pude comprarle un regalo al gurí, que me miró con cara de nabo.
-GRAZIA DON TATA. ME DIJO

Anónimo dijo...

Al abrir los ojos, me di cuenta de que no estaba en mi cama como creía. Había mucha luz y colores que lastimaban mis ojos. “¡La puta!” —pensé— “todavía sigo en la discoteca”.
Para colmo están pasando música ochentosa. Una chica imita a Madonna y capta la atención de todos, inclusive al DJ, que muy sorprendido le dijo con lenguaje de señas: “Te sale mejor Michael Jackson”...
“¿Por qué me duele todo?” —me pregunto mientras me pongo de pie. Un amigo me ayuda a levantarme.
—Gracias, Walter —le digo con un hilo de voz— ¿Me podés explicar qué pasó?
—Pasó lo que más temíamos. No hubo forma de evitarlo, fueron más rápidos que nosotros.
—¿Esto es sangre? —le pregunté señalando su camisa.
—Sí, es de Julia.
Lo miré extrañado, nunca antes lo había visto llorar.
—¿Cómo fue?
—Amasando pizzas... revoleó una al techo y no se dio cuenta de que había leudado demasiado.
—¿Y a mí?
—A vos te agarraron los Amish y te hicieron una afeitada total de tus partes íntimas.
De repente, sentí comezón en el tímpano.
—Esto está muy raro —me dijo.
—¿Por qué no nos vamos a vivir juntos? —le pregunté mientras me rascaba la oreja.
—No es el momento para hablar de lo nuestro, hay que detener a esa banda de amish terroristas que comen carne humana.
—Je je, si es que pueden detenernos —dijo una siniestra voz desde el altoparlante.

Cada vez que despertaba me acordaba de ese momento espeluznante, pero no estaba dormido... "Doctor, Doctor, se quedó dormido?", me preguntó la enfermera White.

Capítulo 2
John Hart y el misterio de los octaedros

Llovía copiosamente sobre Londres, pero yo estaba en Gerli. El diario decía: “Un misterioso duende atacó al ganado caprino - FOTOS EXCLUSIVAS”. Tras leer el encabezado, encendí un cigarrillo, preocupado, el asunto me involucraba.
Monté en mi caballo y me dormí una siesta. El animal galopó, conmigo dormido, él sabía su camino y me condujo al hipódromo. Gané unos morlacos y pude comprarle un regalo al gurí, que me miró con cara de nabo.
-Grazia Don Tata, me dijo MIENTRAS LAMIA UNA PIEDRA.

Lulis*~ dijo...

(...)
Capítulo 2
John Hart y el misterio de los octaedros

Llovía copiosamente sobre Londres, pero yo estaba en Gerli. El diario decía: “Un misterioso duende atacó al ganado caprino - FOTOS EXCLUSIVAS”. Tras leer el encabezado, encendí un cigarrillo, preocupado, el asunto me involucraba.
Monté en mi caballo y me dormí una siesta. El animal galopó, conmigo dormido, él sabía su camino y me condujo al hipódromo. Gané unos morlacos y pude comprarle un regalo al gurí, que me miró con cara de nabo.
-Grazia Don Tata, me dijo mientras lamia una piedra.
-NO, GRACIAVO' POR

Guagner dijo...

Al abrir los ojos, me di cuenta de que no estaba en mi cama como creía. Había mucha luz y colores que lastimaban mis ojos. “¡La puta!” —pensé— “todavía sigo en la discoteca”.
Para colmo están pasando música ochentosa. Una chica imita a Madonna y capta la atención de todos, inclusive al DJ, que muy sorprendido le dijo con lenguaje de señas: “Te sale mejor Michael Jackson”...
“¿Por qué me duele todo?” —me pregunto mientras me pongo de pie. Un amigo me ayuda a levantarme.
—Gracias, Walter —le digo con un hilo de voz— ¿Me podés explicar qué pasó?
—Pasó lo que más temíamos. No hubo forma de evitarlo, fueron más rápidos que nosotros.
—¿Esto es sangre? —le pregunté señalando su camisa.
—Sí, es de Julia.
Lo miré extrañado, nunca antes lo había visto llorar.
—¿Cómo fue?
—Amasando pizzas... revoleó una al techo y no se dio cuenta de que había leudado demasiado.
—¿Y a mí?
—A vos te agarraron los Amish y te hicieron una afeitada total de tus partes íntimas.
De repente, sentí comezón en el tímpano.
—Esto está muy raro —me dijo.
—¿Por qué no nos vamos a vivir juntos? —le pregunté mientras me rascaba la oreja.
—No es el momento para hablar de lo nuestro, hay que detener a esa banda de amish terroristas que comen carne humana.
—Je je, si es que pueden detenernos —dijo una siniestra voz desde el altoparlante.

Cada vez que despertaba me acordaba de ese momento espeluznante, pero no estaba dormido... "Doctor, Doctor, se quedó dormido?", me preguntó la enfermera White.

Capítulo 2
John Hart y el misterio de los octaedros

Llovía copiosamente sobre Londres, pero yo estaba en Gerli. El diario decía: “Un misterioso duende atacó al ganado caprino - FOTOS EXCLUSIVAS”. Tras leer el encabezado, encendí un cigarrillo, preocupado, el asunto me involucraba.
Monté en mi caballo y me dormí una siesta. El animal galopó, conmigo dormido, él sabía su camino y me condujo al hipódromo. Gané unos morlacos y pude comprarle un regalo al gurí, que me miró con cara de nabo.
-Grazia Don Tata, me dijo MIENTRAS LAMIA UNA PIEDRA.

Capítulo 2
John Hart y el misterio de los octaedros

Llovía copiosamente sobre Londres, pero yo estaba en Gerli. El diario decía: “Un misterioso duende atacó al ganado caprino - FOTOS EXCLUSIVAS”. Tras leer el encabezado, encendí un cigarrillo, preocupado, el asunto me involucraba.
Monté en mi caballo y me dormí una siesta. El animal galopó, conmigo dormido, él sabía su camino y me condujo al hipódromo. Gané unos morlacos y pude comprarle un regalo al gurí, que me miró con cara de nabo.
-Grazia Don Tata, me dijo mientras lamia una piedra.
-No, graciavo' por TRAER UN PAN BAJO EL BRAZO.

Anónimo dijo...

Al abrir los ojos, me di cuenta de que no estaba en mi cama como creía. Había mucha luz y colores que lastimaban mis ojos. “¡La puta!” —pensé— “todavía sigo en la discoteca”.
Para colmo están pasando música ochentosa. Una chica imita a Madonna y capta la atención de todos, inclusive al DJ, que muy sorprendido le dijo con lenguaje de señas: “Te sale mejor Michael Jackson”...
“¿Por qué me duele todo?” —me pregunto mientras me pongo de pie. Un amigo me ayuda a levantarme.
—Gracias, Walter —le digo con un hilo de voz— ¿Me podés explicar qué pasó?
—Pasó lo que más temíamos. No hubo forma de evitarlo, fueron más rápidos que nosotros.
—¿Esto es sangre? —le pregunté señalando su camisa.
—Sí, es de Julia.
Lo miré extrañado, nunca antes lo había visto llorar.
—¿Cómo fue?
—Amasando pizzas... revoleó una al techo y no se dio cuenta de que había leudado demasiado.
—¿Y a mí?
—A vos te agarraron los Amish y te hicieron una afeitada total de tus partes íntimas.
De repente, sentí comezón en el tímpano.
—Esto está muy raro —me dijo.
—¿Por qué no nos vamos a vivir juntos? —le pregunté mientras me rascaba la oreja.
—No es el momento para hablar de lo nuestro, hay que detener a esa banda de amish terroristas que comen carne humana.
—Je je, si es que pueden detenernos —dijo una siniestra voz desde el altoparlante.

Cada vez que despertaba me acordaba de ese momento espeluznante, pero no estaba dormido... "Doctor, Doctor, se quedó dormido?", me preguntó la enfermera White.

Capítulo 2
John Hart y el misterio de los octaedros

Llovía copiosamente sobre Londres, pero yo estaba en Gerli. El diario decía: “Un misterioso duende atacó al ganado caprino - FOTOS EXCLUSIVAS”. Tras leer el encabezado, encendí un cigarrillo, preocupado, el asunto me involucraba.
Monté en mi caballo y me dormí una siesta. El animal galopó, conmigo dormido, él sabía su camino y me condujo al hipódromo. Gané unos morlacos y pude comprarle un regalo al gurí, que me miró con cara de nabo.
-Grazia Don Tata, me dijo MIENTRAS LAMIA UNA PIEDRA.

Capítulo 2
John Hart y el misterio de los octaedros

Llovía copiosamente sobre Londres, pero yo estaba en Gerli. El diario decía: “Un misterioso duende atacó al ganado caprino - FOTOS EXCLUSIVAS”. Tras leer el encabezado, encendí un cigarrillo, preocupado, el asunto me involucraba.
Monté en mi caballo y me dormí una siesta. El animal galopó, conmigo dormido, él sabía su camino y me condujo al hipódromo. Gané unos morlacos y pude comprarle un regalo al gurí, que me miró con cara de nabo.
-Grazia Don Tata, me dijo mientras lamia una piedra.
-No, graciavo' por traer un pan bajo el brazo.
EL CABALLO ME LLAMÓ.

Marina dijo...

Al abrir los ojos, me di cuenta de que no estaba en mi cama como creía. Había mucha luz y colores que lastimaban mis ojos. “¡La puta!” —pensé— “todavía sigo en la discoteca”.
Para colmo están pasando música ochentosa. Una chica imita a Madonna y capta la atención de todos, inclusive al DJ, que muy sorprendido le dijo con lenguaje de señas: “Te sale mejor Michael Jackson”...
“¿Por qué me duele todo?” —me pregunto mientras me pongo de pie. Un amigo me ayuda a levantarme.
—Gracias, Walter —le digo con un hilo de voz— ¿Me podés explicar qué pasó?
—Pasó lo que más temíamos. No hubo forma de evitarlo, fueron más rápidos que nosotros.
—¿Esto es sangre? —le pregunté señalando su camisa.
—Sí, es de Julia.
Lo miré extrañado, nunca antes lo había visto llorar.
—¿Cómo fue?
—Amasando pizzas... revoleó una al techo y no se dio cuenta de que había leudado demasiado.
—¿Y a mí?
—A vos te agarraron los Amish y te hicieron una afeitada total de tus partes íntimas.
De repente, sentí comezón en el tímpano.
—Esto está muy raro —me dijo.
—¿Por qué no nos vamos a vivir juntos? —le pregunté mientras me rascaba la oreja.
—No es el momento para hablar de lo nuestro, hay que detener a esa banda de amish terroristas que comen carne humana.
—Je je, si es que pueden detenernos —dijo una siniestra voz desde el altoparlante.

Cada vez que despertaba me acordaba de ese momento espeluznante, pero no estaba dormido... "Doctor, Doctor, se quedó dormido?", me preguntó la enfermera White.

Capítulo 2
John Hart y el misterio de los octaedros

Llovía copiosamente sobre Londres, pero yo estaba en Gerli. El diario decía: “Un misterioso duende atacó al ganado caprino - FOTOS EXCLUSIVAS”. Tras leer el encabezado, encendí un cigarrillo, preocupado, el asunto me involucraba.
Monté en mi caballo y me dormí una siesta. El animal galopó, conmigo dormido, él sabía su camino y me condujo al hipódromo. Gané unos morlacos y pude comprarle un regalo al gurí, que me miró con cara de nabo.
-Grazia Don Tata, me dijo mientras lamia una piedra.
-No, graciavo' por traer un pan bajo el brazo.
El caballo me llamó. ME HICE EL SORDO

Guagner dijo...

Al abrir los ojos, me di cuenta de que no estaba en mi cama como creía. Había mucha luz y colores que lastimaban mis ojos. “¡La puta!” —pensé— “todavía sigo en la discoteca”.
Para colmo están pasando música ochentosa. Una chica imita a Madonna y capta la atención de todos, inclusive al DJ, que muy sorprendido le dijo con lenguaje de señas: “Te sale mejor Michael Jackson”...
“¿Por qué me duele todo?” —me pregunto mientras me pongo de pie. Un amigo me ayuda a levantarme.
—Gracias, Walter —le digo con un hilo de voz— ¿Me podés explicar qué pasó?
—Pasó lo que más temíamos. No hubo forma de evitarlo, fueron más rápidos que nosotros.
—¿Esto es sangre? —le pregunté señalando su camisa.
—Sí, es de Julia.
Lo miré extrañado, nunca antes lo había visto llorar.
—¿Cómo fue?
—Amasando pizzas... revoleó una al techo y no se dio cuenta de que había leudado demasiado.
—¿Y a mí?
—A vos te agarraron los Amish y te hicieron una afeitada total de tus partes íntimas.
De repente, sentí comezón en el tímpano.
—Esto está muy raro —me dijo.
—¿Por qué no nos vamos a vivir juntos? —le pregunté mientras me rascaba la oreja.
—No es el momento para hablar de lo nuestro, hay que detener a esa banda de amish terroristas que comen carne humana.
—Je je, si es que pueden detenernos —dijo una siniestra voz desde el altoparlante.

Cada vez que despertaba me acordaba de ese momento espeluznante, pero no estaba dormido... "Doctor, Doctor, se quedó dormido?", me preguntó la enfermera White.

Capítulo 2
John Hart y el misterio de los octaedros

Llovía copiosamente sobre Londres, pero yo estaba en Gerli. El diario decía: “Un misterioso duende atacó al ganado caprino - FOTOS EXCLUSIVAS”. Tras leer el encabezado, encendí un cigarrillo, preocupado, el asunto me involucraba.
Monté en mi caballo y me dormí una siesta. El animal galopó, conmigo dormido, él sabía su camino y me condujo al hipódromo. Gané unos morlacos y pude comprarle un regalo al gurí, que me miró con cara de nabo.
-Grazia Don Tata, me dijo mientras lamia una piedra.
-No, graciavo' por traer un pan bajo el brazo.
El caballo me llamó. me hice el sordo.
ALGUIEN GRITA:
-¡LOS OCTAEDROS! ¡NO!

Tomás Grounauer dijo...

Al abrir los ojos, me di cuenta de que no estaba en mi cama como creía. Había mucha luz y colores que lastimaban mis ojos. “¡La puta!” —pensé— “todavía sigo en la discoteca”.
Para colmo están pasando música ochentosa. Una chica imita a Madonna y capta la atención de todos, inclusive al DJ, que muy sorprendido le dijo con lenguaje de señas: “Te sale mejor Michael Jackson”...
“¿Por qué me duele todo?” —me pregunto mientras me pongo de pie. Un amigo me ayuda a levantarme.
—Gracias, Walter —le digo con un hilo de voz— ¿Me podés explicar qué pasó?
—Pasó lo que más temíamos. No hubo forma de evitarlo, fueron más rápidos que nosotros.
—¿Esto es sangre? —le pregunté señalando su camisa.
—Sí, es de Julia.
Lo miré extrañado, nunca antes lo había visto llorar.
—¿Cómo fue?
—Amasando pizzas... revoleó una al techo y no se dio cuenta de que había leudado demasiado.
—¿Y a mí?
—A vos te agarraron los Amish y te hicieron una afeitada total de tus partes íntimas.
De repente, sentí comezón en el tímpano.
—Esto está muy raro —me dijo.
—¿Por qué no nos vamos a vivir juntos? —le pregunté mientras me rascaba la oreja.
—No es el momento para hablar de lo nuestro, hay que detener a esa banda de amish terroristas que comen carne humana.
—Je je, si es que pueden detenernos —dijo una siniestra voz desde el altoparlante.

Cada vez que despertaba me acordaba de ese momento espeluznante, pero no estaba dormido... "Doctor, Doctor, se quedó dormido?", me preguntó la enfermera White.

Capítulo 2
John Hart y el misterio de los octaedros

Llovía copiosamente sobre Londres, pero yo estaba en Gerli. El diario decía: “Un misterioso duende atacó al ganado caprino - FOTOS EXCLUSIVAS”. Tras leer el encabezado, encendí un cigarrillo, preocupado, el asunto me involucraba.
Monté en mi caballo y me dormí una siesta. El animal galopó, conmigo dormido, él sabía su camino y me condujo al hipódromo. Gané unos morlacos y pude comprarle un regalo al gurí, que me miró con cara de nabo.
-Grazia Don Tata, me dijo mientras lamia una piedra.
-No, graciavo' por traer un pan bajo el brazo.
El caballo me llamó. me hice el sordo.
ALGUIEN GRITA:
-¡Los octaedros! ¡No! ¡ALGUIEN SE ATREVIO A PROFANARLOS!

Marina dijo...

Al abrir los ojos, me di cuenta de que no estaba en mi cama como creía. Había mucha luz y colores que lastimaban mis ojos. “¡La puta!” —pensé— “todavía sigo en la discoteca”.
Para colmo están pasando música ochentosa. Una chica imita a Madonna y capta la atención de todos, inclusive al DJ, que muy sorprendido le dijo con lenguaje de señas: “Te sale mejor Michael Jackson”...
“¿Por qué me duele todo?” —me pregunto mientras me pongo de pie. Un amigo me ayuda a levantarme.
—Gracias, Walter —le digo con un hilo de voz— ¿Me podés explicar qué pasó?
—Pasó lo que más temíamos. No hubo forma de evitarlo, fueron más rápidos que nosotros.
—¿Esto es sangre? —le pregunté señalando su camisa.
—Sí, es de Julia.
Lo miré extrañado, nunca antes lo había visto llorar.
—¿Cómo fue?
—Amasando pizzas... revoleó una al techo y no se dio cuenta de que había leudado demasiado.
—¿Y a mí?
—A vos te agarraron los Amish y te hicieron una afeitada total de tus partes íntimas.
De repente, sentí comezón en el tímpano.
—Esto está muy raro —me dijo.
—¿Por qué no nos vamos a vivir juntos? —le pregunté mientras me rascaba la oreja.
—No es el momento para hablar de lo nuestro, hay que detener a esa banda de amish terroristas que comen carne humana.
—Je je, si es que pueden detenernos —dijo una siniestra voz desde el altoparlante.

Cada vez que despertaba me acordaba de ese momento espeluznante, pero no estaba dormido... "Doctor, Doctor, se quedó dormido?", me preguntó la enfermera White.

Capítulo 2
John Hart y el misterio de los octaedros

Llovía copiosamente sobre Londres, pero yo estaba en Gerli. El diario decía: “Un misterioso duende atacó al ganado caprino - FOTOS EXCLUSIVAS”. Tras leer el encabezado, encendí un cigarrillo, preocupado, el asunto me involucraba.
Monté en mi caballo y me dormí una siesta. El animal galopó, conmigo dormido, él sabía su camino y me condujo al hipódromo. Gané unos morlacos y pude comprarle un regalo al gurí, que me miró con cara de nabo.
-Grazia Don Tata, me dijo mientras lamia una piedra.
-No, graciavo' por traer un pan bajo el brazo.
El caballo me llamó. me hice el sordo.
ALGUIEN GRITA:
-¡Los octaedros! ¡No! ¡Alguien se atrevió a profamnarlos!
YO ME PREGUNTO:

Guagner dijo...

Al abrir los ojos, me di cuenta de que no estaba en mi cama como creía. Había mucha luz y colores que lastimaban mis ojos. “¡La puta!” —pensé— “todavía sigo en la discoteca”.
Para colmo están pasando música ochentosa. Una chica imita a Madonna y capta la atención de todos, inclusive al DJ, que muy sorprendido le dijo con lenguaje de señas: “Te sale mejor Michael Jackson”...
“¿Por qué me duele todo?” —me pregunto mientras me pongo de pie. Un amigo me ayuda a levantarme.
—Gracias, Walter —le digo con un hilo de voz— ¿Me podés explicar qué pasó?
—Pasó lo que más temíamos. No hubo forma de evitarlo, fueron más rápidos que nosotros.
—¿Esto es sangre? —le pregunté señalando su camisa.
—Sí, es de Julia.
Lo miré extrañado, nunca antes lo había visto llorar.
—¿Cómo fue?
—Amasando pizzas... revoleó una al techo y no se dio cuenta de que había leudado demasiado.
—¿Y a mí?
—A vos te agarraron los Amish y te hicieron una afeitada total de tus partes íntimas.
De repente, sentí comezón en el tímpano.
—Esto está muy raro —me dijo.
—¿Por qué no nos vamos a vivir juntos? —le pregunté mientras me rascaba la oreja.
—No es el momento para hablar de lo nuestro, hay que detener a esa banda de amish terroristas que comen carne humana.
—Je je, si es que pueden detenernos —dijo una siniestra voz desde el altoparlante.

Cada vez que despertaba me acordaba de ese momento espeluznante, pero no estaba dormido... "Doctor, Doctor, se quedó dormido?", me preguntó la enfermera White.

Capítulo 2
John Hart y el misterio de los octaedros

Llovía copiosamente sobre Londres, pero yo estaba en Gerli. El diario decía: “Un misterioso duende atacó al ganado caprino - FOTOS EXCLUSIVAS”. Tras leer el encabezado, encendí un cigarrillo, preocupado, el asunto me involucraba.
Monté en mi caballo y me dormí una siesta. El animal galopó, conmigo dormido, él sabía su camino y me condujo al hipódromo. Gané unos morlacos y pude comprarle un regalo al gurí, que me miró con cara de nabo.
-Grazia Don Tata, me dijo mientras lamia una piedra.
-No, graciavo' por traer un pan bajo el brazo.
El caballo me llamó. me hice el sordo.
ALGUIEN GRITA:
-¡Los octaedros! ¡No! ¡Alguien se atrevió a profanarlos!
YO ME PREGUNTO:
-¿¡TANTO MISTERIO POR ESOS OBJETOS

Marina dijo...

l abrir los ojos, me di cuenta de que no estaba en mi cama como creía. Había mucha luz y colores que lastimaban mis ojos. “¡La puta!” —pensé— “todavía sigo en la discoteca”.
Para colmo están pasando música ochentosa. Una chica imita a Madonna y capta la atención de todos, inclusive al DJ, que muy sorprendido le dijo con lenguaje de señas: “Te sale mejor Michael Jackson”...
“¿Por qué me duele todo?” —me pregunto mientras me pongo de pie. Un amigo me ayuda a levantarme.
—Gracias, Walter —le digo con un hilo de voz— ¿Me podés explicar qué pasó?
—Pasó lo que más temíamos. No hubo forma de evitarlo, fueron más rápidos que nosotros.
—¿Esto es sangre? —le pregunté señalando su camisa.
—Sí, es de Julia.
Lo miré extrañado, nunca antes lo había visto llorar.
—¿Cómo fue?
—Amasando pizzas... revoleó una al techo y no se dio cuenta de que había leudado demasiado.
—¿Y a mí?
—A vos te agarraron los Amish y te hicieron una afeitada total de tus partes íntimas.
De repente, sentí comezón en el tímpano.
—Esto está muy raro —me dijo.
—¿Por qué no nos vamos a vivir juntos? —le pregunté mientras me rascaba la oreja.
—No es el momento para hablar de lo nuestro, hay que detener a esa banda de amish terroristas que comen carne humana.
—Je je, si es que pueden detenernos —dijo una siniestra voz desde el altoparlante.

Cada vez que despertaba me acordaba de ese momento espeluznante, pero no estaba dormido... "Doctor, Doctor, se quedó dormido?", me preguntó la enfermera White.

Capítulo 2
John Hart y el misterio de los octaedros

Llovía copiosamente sobre Londres, pero yo estaba en Gerli. El diario decía: “Un misterioso duende atacó al ganado caprino - FOTOS EXCLUSIVAS”. Tras leer el encabezado, encendí un cigarrillo, preocupado, el asunto me involucraba.
Monté en mi caballo y me dormí una siesta. El animal galopó, conmigo dormido, él sabía su camino y me condujo al hipódromo. Gané unos morlacos y pude comprarle un regalo al gurí, que me miró con cara de nabo.
-Grazia Don Tata, me dijo mientras lamia una piedra.
-No, graciavo' por traer un pan bajo el brazo.
El caballo me llamó. me hice el sordo.
ALGUIEN GRITA:
-¡Los octaedros! ¡No! ¡Alguien se atrevió a profanarlos!
YO ME PREGUNTO:
-¿¡Tanto misterio por esos objetos POLIEDROS COMPLICADOS!? ¿SERÁN DE ORIGAMI?

Tomás Grounauer dijo...

l abrir los ojos, me di cuenta de que no estaba en mi cama como creía. Había mucha luz y colores que lastimaban mis ojos. “¡La puta!” —pensé— “todavía sigo en la discoteca”.
Para colmo están pasando música ochentosa. Una chica imita a Madonna y capta la atención de todos, inclusive al DJ, que muy sorprendido le dijo con lenguaje de señas: “Te sale mejor Michael Jackson”...
“¿Por qué me duele todo?” —me pregunto mientras me pongo de pie. Un amigo me ayuda a levantarme.
—Gracias, Walter —le digo con un hilo de voz— ¿Me podés explicar qué pasó?
—Pasó lo que más temíamos. No hubo forma de evitarlo, fueron más rápidos que nosotros.
—¿Esto es sangre? —le pregunté señalando su camisa.
—Sí, es de Julia.
Lo miré extrañado, nunca antes lo había visto llorar.
—¿Cómo fue?
—Amasando pizzas... revoleó una al techo y no se dio cuenta de que había leudado demasiado.
—¿Y a mí?
—A vos te agarraron los Amish y te hicieron una afeitada total de tus partes íntimas.
De repente, sentí comezón en el tímpano.
—Esto está muy raro —me dijo.
—¿Por qué no nos vamos a vivir juntos? —le pregunté mientras me rascaba la oreja.
—No es el momento para hablar de lo nuestro, hay que detener a esa banda de amish terroristas que comen carne humana.
—Je je, si es que pueden detenernos —dijo una siniestra voz desde el altoparlante.

Cada vez que despertaba me acordaba de ese momento espeluznante, pero no estaba dormido... "Doctor, Doctor, se quedó dormido?", me preguntó la enfermera White.

Capítulo 2
John Hart y el misterio de los octaedros

Llovía copiosamente sobre Londres, pero yo estaba en Gerli. El diario decía: “Un misterioso duende atacó al ganado caprino - FOTOS EXCLUSIVAS”. Tras leer el encabezado, encendí un cigarrillo, preocupado, el asunto me involucraba.
Monté en mi caballo y me dormí una siesta. El animal galopó, conmigo dormido, él sabía su camino y me condujo al hipódromo. Gané unos morlacos y pude comprarle un regalo al gurí, que me miró con cara de nabo.
-Grazia Don Tata, me dijo mientras lamia una piedra.
-No, graciavo' por traer un pan bajo el brazo.
El caballo me llamó. me hice el sordo.
ALGUIEN GRITA:
-¡Los octaedros! ¡No! ¡Alguien se atrevió a profanarlos!
YO ME PREGUNTO:
-¿¡Tanto misterio por esos objetos poliedros complicados!? Serán de origami?
-SON DE GOMA ESPUMA-, DIJO

Guagner dijo...

Al abrir los ojos, me di cuenta de que no estaba en mi cama como creía. Había mucha luz y colores que lastimaban mis ojos. “¡La puta!” —pensé— “todavía sigo en la discoteca”.
Para colmo están pasando música ochentosa. Una chica imita a Madonna y capta la atención de todos, inclusive al DJ, que muy sorprendido le dijo con lenguaje de señas: “Te sale mejor Michael Jackson”...
“¿Por qué me duele todo?” —me pregunto mientras me pongo de pie. Un amigo me ayuda a levantarme.
—Gracias, Walter —le digo con un hilo de voz— ¿Me podés explicar qué pasó?
—Pasó lo que más temíamos. No hubo forma de evitarlo, fueron más rápidos que nosotros.
—¿Esto es sangre? —le pregunté señalando su camisa.
—Sí, es de Julia.
Lo miré extrañado, nunca antes lo había visto llorar.
—¿Cómo fue?
—Amasando pizzas... revoleó una al techo y no se dio cuenta de que había leudado demasiado.
—¿Y a mí?
—A vos te agarraron los Amish y te hicieron una afeitada total de tus partes íntimas.
De repente, sentí comezón en el tímpano.
—Esto está muy raro —me dijo.
—¿Por qué no nos vamos a vivir juntos? —le pregunté mientras me rascaba la oreja.
—No es el momento para hablar de lo nuestro, hay que detener a esa banda de amish terroristas que comen carne humana.
—Je je, si es que pueden detenernos —dijo una siniestra voz desde el altoparlante.

Cada vez que despertaba me acordaba de ese momento espeluznante, pero no estaba dormido... "Doctor, Doctor, se quedó dormido?", me preguntó la enfermera White.

Capítulo 2
John Hart y el misterio de los octaedros

Llovía copiosamente sobre Londres, pero yo estaba en Gerli. El diario decía: “Un misterioso duende atacó al ganado caprino - FOTOS EXCLUSIVAS”. Tras leer el encabezado, encendí un cigarrillo, preocupado, el asunto me involucraba.
Monté en mi caballo y me dormí una siesta. El animal galopó, conmigo dormido, él sabía su camino y me condujo al hipódromo. Gané unos morlacos y pude comprarle un regalo al gurí, que me miró con cara de nabo.
-Grazia Don Tata, me dijo mientras lamia una piedra.
-No, graciavo' por traer un pan bajo el brazo.
El caballo me llamó. me hice el sordo.
ALGUIEN GRITA:
-¡Los octaedros! ¡No! ¡Alguien se atrevió a profanarlos!
YO ME PREGUNTO:
-¿¡Tanto misterio por esos objetos poliedros complicados!? Serán de origami?
-Son de goma espuma-, dijo ALGUIEN A MIS ESPALDAS

Lulis*~ dijo...

(...)
Capítulo 2
John Hart y el misterio de los octaedros

Llovía copiosamente sobre Londres, pero yo estaba en Gerli. El diario decía: “Un misterioso duende atacó al ganado caprino - FOTOS EXCLUSIVAS”. Tras leer el encabezado, encendí un cigarrillo, preocupado, el asunto me involucraba.
Monté en mi caballo y me dormí una siesta. El animal galopó, conmigo dormido, él sabía su camino y me condujo al hipódromo. Gané unos morlacos y pude comprarle un regalo al gurí, que me miró con cara de nabo.
-Grazia Don Tata, me dijo mientras lamia una piedra.
-No, graciavo' por traer un pan bajo el brazo.
El caballo me llamó. me hice el sordo.
ALGUIEN GRITA:
-¡Los octaedros! ¡No! ¡Alguien se atrevió a profanarlos!
YO ME PREGUNTO:
-¿¡Tanto misterio por esos objetos poliedros complicados!? Serán de origami?
-Son de goma espuma-, dijo alguien a mis espaldas.
YO NO PODIA CREER

Marina dijo...

(...)
Capítulo 2
John Hart y el misterio de los octaedros

Llovía copiosamente sobre Londres, pero yo estaba en Gerli. El diario decía: “Un misterioso duende atacó al ganado caprino - FOTOS EXCLUSIVAS”. Tras leer el encabezado, encendí un cigarrillo, preocupado, el asunto me involucraba.
Monté en mi caballo y me dormí una siesta. El animal galopó, conmigo dormido, él sabía su camino y me condujo al hipódromo. Gané unos morlacos y pude comprarle un regalo al gurí, que me miró con cara de nabo.
-Grazia Don Tata, me dijo mientras lamia una piedra.
-No, graciavo' por traer un pan bajo el brazo.
El caballo me llamó. me hice el sordo.
ALGUIEN GRITA:
-¡Los octaedros! ¡No! ¡Alguien se atrevió a profanarlos!
YO ME PREGUNTO:
-¿¡Tanto misterio por esos objetos poliedros complicados!? Serán de origami?
-Son de goma espuma-, dijo alguien a mis espaldas.
Yo no podia creer TANTO ESCÁNDALO, POR LAS DUDAS

Guagner dijo...

(...)
Capítulo 2
John Hart y el misterio de los octaedros

Llovía copiosamente sobre Londres, pero yo estaba en Gerli. El diario decía: “Un misterioso duende atacó al ganado caprino - FOTOS EXCLUSIVAS”. Tras leer el encabezado, encendí un cigarrillo, preocupado, el asunto me involucraba.
Monté en mi caballo y me dormí una siesta. El animal galopó, conmigo dormido, él sabía su camino y me condujo al hipódromo. Gané unos morlacos y pude comprarle un regalo al gurí, que me miró con cara de nabo.
-Grazia Don Tata, me dijo mientras lamia una piedra.
-No, graciavo' por traer un pan bajo el brazo.
El caballo me llamó. me hice el sordo.
ALGUIEN GRITA:
-¡Los octaedros! ¡No! ¡Alguien se atrevió a profanarlos!
YO ME PREGUNTO:
-¿¡Tanto misterio por esos objetos poliedros complicados!? Serán de origami?
-Son de goma espuma-, dijo alguien a mis espaldas.
Yo no podia creer tanto escándalo, por las dudas GRITÉ COMO UNA MUJER ASUSTADA

Marina dijo...

(...)
Capítulo 2
John Hart y el misterio de los octaedros

Llovía copiosamente sobre Londres, pero yo estaba en Gerli. El diario decía: “Un misterioso duende atacó al ganado caprino - FOTOS EXCLUSIVAS”. Tras leer el encabezado, encendí un cigarrillo, preocupado, el asunto me involucraba.
Monté en mi caballo y me dormí una siesta. El animal galopó, conmigo dormido, él sabía su camino y me condujo al hipódromo. Gané unos morlacos y pude comprarle un regalo al gurí, que me miró con cara de nabo.
-Grazia Don Tata, me dijo mientras lamia una piedra.
-No, graciavo' por traer un pan bajo el brazo.
El caballo me llamó. me hice el sordo.
ALGUIEN GRITA:
-¡Los octaedros! ¡No! ¡Alguien se atrevió a profanarlos!
YO ME PREGUNTO:
-¿¡Tanto misterio por esos objetos poliedros complicados!? Serán de origami?
-Son de goma espuma-, dijo alguien a mis espaldas.
Yo no podia creer tanto escándalo, por las dudas grité como una mujer asustada Y ME ESCONDÍ EN EL ROPERO.